16 de octubre de 2006

Envidia: por falta de madera o de jardín o de ambas cosas no puedo ser Chéjov

En el jardín mandó construir una caseta de madera, donde se refugiaba a escribir cuando en la casa había demasiada gente o demasiado ruido. En esa caseta escribió la obra de teatro La gaviota.

Antón Chéjov, de Natalia Ginzburg (Acantilado, 2006)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre puedes bajarte al café de la esquina con tapones en las orejas.

El detective amaestrado dijo...

Y digo yo, siendo Chejov, ¿por qué no mandaba a toda esa marabunta a la caseta, y se quedaba él en casa escribiendo?