Pues cuando por fin conozca Barcelona habrá tres poderosas razones: la ciudad misma (desde luego), tú y tu sushi. Mereceré ser invitado, je je.
Pues cuando por fin conozca Barcelona habrá tres poderosas razones: la ciudad misma (desde luego), tú y tu sushi. Mereceré ser invitado, je je.
ResponderEliminar