Fue tan grande su bondad
Tal su generosidad
Y la virtud de los dos
Que están con seguridad
En el Cielo, junto a Dios
En aquella época, los epitafios de las lápidas debían ser aprobados por el Obispo de la diócesis, y el de Madrid no lo aprobó, diciendo que Muñoz Seca no era quien para decir que los difuntos estaban en el cielo junto a Dios. Muñoz Seca, entonces, rectificó y escribió este otro epitafio:
Fueron muy juntos los dos,
El uno del otro en pos
Donde siempre va el que muere….
Pero no están junto a Dios,
Porque el Obispo no quiere.
El obispo se enfadó y envió un escrito a Muñoz Seca:
“Ni yo ni ningún representante de la Sta. Iglesia, intervenimos para nada en el destino de los difuntos, por tratarse de un misterio inescrutable, que ni usted, a pesar de su buena voluntad, ni nosotros estamos capacitados para aclarar”.
Muñoz Seca volvió a rectificar y escribió el epitafio definitivo:
Flotando sus almas van
Por el éter débilmente,
Sin saber que es lo que harán
Porque desgraciadamente
Ni Dios sabe donde están.
5 comentarios:
¡wuauh! Desconocía la noticia y emotivos y muy significativo los cambios producidos en cada epitafio. Aunque yo me quedo con el último, lo siento, pero me me ha llegado ^ ^
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Care, por favor, ¿sabes algo de "Nix y Xin"? Lástima que yo no pueda ver el futuro, porque ahora mismo me haría mucha falta, je, je.
Un salu2.
P.D.: Los últimos serán los primeros, no me cabe duda.
Boníssim!
Amigo Meltalle: Nix y Xin estarán -creo- en librerías a primeros de año. Gracias por tu interés y perdona los despistes.
Buenas, Care: gracias por contestar y, el interés, es por que tus obras se lo merecen, que si no... XD
P.D.: A ver si hay suerte y está para enero ^ ^
Genial.
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