11 de mayo de 2011

¡Club de Lectura!


No creo que haya experiencia más gratificante para un escritor que asistir a un club de lectura de algún libro suyo. Yo los frecuento tanto como puedo. Me encanta discutir de mis personajes, hablar de ellos como si fueran miembros de la familia, escuchar esas interesantes aportaciones que los lectores hacen a las novelas. A veces mis lectores y yo no compartimos puntos de vista, y es sensacional: enriquece mucho ver qué despiertan tus ficciones en los demás, conocer otras perspectivas, tan válidas como la mía. A veces compartimos ese tejido íntimo de las emociones, y es increíble.

Ahora, Internet y Planeta -¡vaya dos!- ponen a mi alcance un sueño: un Club de Lectura virtual. Va a empezar a finales de este mes , más o menos coincidiendo con la Feria del Libro de Madrid. La excusa será mi última criaturita -y creo que la más guapa hasta el día de hoy-, Habitaciones cerradas. El lugar, Facebook. Los participantes, vosotros, ellos, nosotros. El caso lleva, además, la etiqueta de experiencia pionera, porque al parecer será la primera vez que un autor intervenga, participe y opine -no me atrevo a utilizar el verbo que utilizan ellos: conduzca, ¡yo que no tengo carné!- algo así. 
A mí la idea me gusta tanto como las tres cosas que aúna: los libros, los clubes de lectura (es decir, los lectores) e Internet.
Estoy de enhorabuena, navegantes.
¿Me acompañáis?

Para los que queráis participar, no tenéis más que hacer click sobre el banner que desde hoy aparece en la cabecera y que permanecerá  activo mientras el club respire. Es válido para aquellos que apenas empecéis a leer la novela y también para quienes ya la hayáis terminado. Seguro que nos lo pasaremos en grande.

3 comentarios:

Rebeka October dijo...

Mi problema es que no tengo facebook, pero te deseo toda la suerte del mundo en este club de lectura, y que los lectores te aporten su punta de vista más alocado.
Seguro que será magnífico y a la vez impactante.

Un abrazo gigantesco,¡DISFRUTA!

Rebeca.

Begoña Argallo dijo...

Otra que no tiene facebook. La experiencia sería muy enriquecedora, imagino. Al compartir una afición tan inmortal como la lectura-escritura, habría siempre algo que aprender por ambas partes. Porque no todos tenemos una misma visión ni un mismo enfoque, afortunadamente. Ello nos hace más sedientos de aprender.
Saludos

Maestla dijo...

Y yo, que sí tengo facebook, me entero demasiado tarde... ¡Lástima!