25 de octubre de 2006

Odiosas comparaciones: La Dalia negra

Me encanta ir al cine los días en que apenas hay gente. Preferiblemente, el domingo o el lunes, a última sesión. Aunque sea a ver películas malas.
También me gusta el sórdido mundo del escritor estadounidense James Ellroy, el autor en cuya novela homónima se basa el guión de la película de Brian de Palma que hoy comento. Su libro autobiográfico Mis rincones oscuros —donde narra el asesinato de su madre, el proceso policial que siguió y el túnel sin salida en que todo eso convirtió a su adolescencia—, es uno de los libros más terribles y emotivos que he leído en mi vida. Me encantan esas tramas de Ellroy, repletas de crímenes truculentos, sexo y seres que buscan una salvación imposible a cualquier precio. Me gusta L.A. Confidential, la conocida adaptación cinematográfica de otra de sus novelas. Me interesa la historia de La Dalia negra en relación con su biografía: el autor se obsesionó con el asesinato, en 1947, de la actriz de películas de serie B Elizabeth Short y no paró hasta quye escribió una novela —su segunda obra después de que la literatura le redimiera— contando el caso.
Por todo lo anterior, nadie se extrañará si afirmo que iba muy predispuesta a que me gustara la película de De Palma. Y, por lo mismo, la decepción fue inmensa.
Lo peor que le ocurre a esta película es que te pasas el rato comparando a los grandes del cine negro con el reparto elegido para la ocasión. Por ejemplo, un dato nada irrelevante: Lauren Bacall tenía la misma edad que Scarlett Johanson tiene ahora —21 añitos— cuando interpretó El sueño eterno junto a Humphrey Bogard. Y, sin embargo, de Johanson no podemos dejar de pensar que es demasiado joven para ese papel. Lo mismo de Hartnett, a quien resulta difícil tomar en serio en su rol de tipo duro, inteligente, resolutivo... etcétera, con esa cara de recién salido de la escuela infantil. Son dos problemas graves de verosimilitud y no son los únicos.
La atmósfera está muy bien, eso sí, pero acaba resultando más evocadora que creíble. Los actores son guapos, y más de uno y de una disfrutará con los primeros planos —angelicales, tal vez demasiado— de Scarlett Johanson o con los cuartos traseros —apetecibles— de Josh Hartnett. La mejor, sin duda, es Hilary Swank, que recuerda a Rita Hayworth pero consigue espantar ese fantasma en su segunda aparición. Por cierto: la escena de la cena en familia que protagoniza el personaje de Swank es lo mejor de la película.
Por último, La Dalia negra peca de algo difícil de perdonar: cuenta la historia de un modo tan embarullado, el montaje resulta tan enloquecido y carente de lógica que se tiene constantemente la impresión de haberse perdido algo o haberse vuelto rematadamente idiota. Hay un cierto desprecio hacia el espectador en ese montaje en el que no se encuentran los pies y la cabeza por más que se busquen, y que logra hacerte salir del cine enzarzado en un juego de hipótesis con tu acompañante acerca de si lo que has comprendido se parece en algo a lo que ha comprendido él.
Aunque esta cinta tiene otro efecto secundario, además de la galopante cefalea que provoca: el deseo que despierta en el espectador de ver auténtico cine negro.
FICHA TÉCNICA
Director: Brian de Palma
Género: Thriller. Nacionalidad: USA. Reparto: Fiona Shaw, Josh Hartnett, Mia Kirshner, Aaron Eckhart, Scarlett Johansson, Mike Starr, Hilary Swank, Richard Brake
Estreno: viernes 20 octubre 2006. Duración: 121 minutos.

7 comentarios:

Magda Díaz Morales dijo...

Este fin de semana que pasó la fui a ver, fue estreno. Concuerdo totalmente con tu apreciación. A mi me perdieron un poco los climas oníricos.
Tengo la impresión que los actores les faltó mucho para ser plenos o haber trabajado más a sus personajes (a Hartnett y Johansson).

No he leido la novela en la que se basa, pero si está igual de barroca no se me antoja mucho hacerlo.

Anónimo dijo...

La novela es mucho más clara. Ellroy es un narrador estupendo. Te la recomiendo, magda.

Anónimo dijo...

Eso se soluciona tragándote el sueño eterno, perdición y el halcón maltés de una sentada.

Palabras mayores.

Anónimo dijo...

Lo peor de la película: Hartnett. Es muy mono, pero no hay quien se lo crea. ¡Y encima es el protagonista! ¡y encima su voz en off es la que se supone que nos guía! (Más que cine negro, parece cine azul cyan).

A Scarlett en cambio sí que me la creí.

Y muy de acuerdo en que no hay por dónde coger la trama. Si escarbas un poco, nada concuerda, nada tiene lógica, y las motivaciones y comportamientos de los personajes son más confusos que nuestro tripartito.

Me gustó mucho la madre de Hilary Swank. Y no acabo de entender dónde está el parecido entre Hilary y la Dalia muerta... Se parecen como un huevo a una castaña... Bueno, quizás, las dos son morenas.

Anónimo dijo...

Cierto, anónima: no se parecen. Lo cual no sería tan grave si no fuera que la trama gravita, precisamente, sobre ese detalle. ¿Chochea Brian de Palma? He aquí una pregunta para la reflexión.
Me gusta mucho encontrar también cine aquí, por cierto.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, por supuesto que lo leeré.

Séfora dijo...

Se salvan las dos protagonistas y poco más. Qué espanto de película, yo que iba ilusionadísima... y estoy de acuerdo en que Hillary Swank no se parece en nada a la muerto, tal vez en el peinado.

Oh, y el tema de los doblajes al castellano mejor ni lo comento...>_<