17 de julio de 2007

Gemelas

Hace algunas semanas me ocurrió algo muy raro. Fue en un avión, una azafata a quien yo no había pedido nada se me acercó de pronto y me preguntó si por casualidad tengo una hermana gemela. Le dije que no, claro. Entonces me soltó:
—Perdona, pero es que conozco a una chica que es exactamente igual que tú. Sois como dos gotas de agua.
No en vano el doble es uno de los grandes temas de la literatura. Es fascinante. Todos hemos pensado alguna vez en este calco de nosotros mismos que, dicen, pulula por el mundo, como si tuviera algún sentido que la mitad del planeta fuera la imagen especular de la otra mitad.
En una de mis pesadillas más recurrentes regreso a casa después de un viaje o de una cena y me encuentro con la doble, la usurpadora. Duerme en mi cama, gasta mi champú, se sienta frente a mi ordenador, se come mis pipas y contesta al teléfono cada vez que preguntan por mí. Lo hace con la naturalidad con la que hacen las cosas los monstruos.

Leo en la prensa que una adolescente colombiana de catorce años salió a almorzar con sus padres a un restaurante y en el lavabo tropezó cara a cara con su pesadilla. la muchacha que se lavaba las manos en la pila era calcada a ella. Calcada. Cromosoma a cromosoma.
La solución al enigma es como de serie sin presupusto para el argumentalista: el padre de la primera de las dos chicas es un médico que, hace catorce años, atendió el parto doble de una adolescente. Una de las niñas se dio en adopción de manera legal. A la otra se la llevó a casa a escondidas. En el certificado, firmado por él, afirmó que sólo había nacido una. Por lo visto no tuvo en cuenta que antes o después todos terminamos recibiendo noticias de nuestro doble.
A modo de conclusión y ahora que lo pienso: mi pesadilla ya no me parece tan terrible. La próxima vez que tropiece con mi doble, le daré trabajo. Puede ayudarme con los montones de ropa que siempre tengo por planchar o llevar a los niños a la piscina o preparar algo de comer. Puede que la repostería se le dé mejor que a mí. Y tal vez ella sí sepa coser.
Qué coño, formaremos un gran equipo.

8 comentarios:

Fernando Alcalá dijo...

¡Si es que la realidad supera a la ficción!

De todos modos, hay que pensar en positivo, si una es buena, pues dos serán mejores.

Se busca doble, razón: aquí

(así uno se prepara el examen teórico y el otro el práctico del carné. Si todo tiene su punto positivo ;))

Anónimo dijo...

Estaría bien tropezar con él.

¿Le encontrarán los mismos parecidos razonables que a mí?

Pero sobretodo para estudiar qué tiene más fuerza: ¿el ambiente o la herencia?

Sí que la supera ferlocke.
Se ha investigado con gemelos en situaciones parecidas a la chica de Colombia.
En uno de los casos los hermanos, estando juntos o separados, respondían de la misma manera y al mismo tiempo frente a los estímulos externos de un test. Lo interesante es que no se parecían a sí mismos. Según la familia biológica el comportamiento de ambos era exacto al del abuelo paterno. Es decir, éste habría actuado igual si hubiera participado en dicha prueba teniendo la edad de sus nietos. El peso de la genética es más potente de lo que parece.

En el fondo, la misa no sería más que un sofisticado culto al primer ancestro, supongo. Lástima que el ADN de barro no ha aguantado tanta guerra y gilipollez, podríamos estar clonando a Dios.

Anónimo dijo...

Hola Care. Soy tú.

Unknown dijo...

Hola yo-anónima. ¿Tienes permiso de conducir? ¡Verás tú qué pronto rentabilizo esta idea!

Carmen Fernández Etreros dijo...

A mí me ocurrió algo parecido hace una semana. Unos amigos se empeñaron en que me habían visto en junio en Venecia y acompañada... Hice un post en mi blog y no sabes las respuestas.

Yo estoy segura que gemelas no tengo... pero sería genial. Así que debe tener otra explicación lógica: una cara común, casualidad,...

Mi doble parece muy viajera y que se pega la vida padre (venga a viajar) por lo que me da que no me ayudaría mucho pero tu idea me parece genial.

Un besote desde la playa.

Anónimo dijo...

Mirándolo desde el punto de vista del doble, el doble somos nosotros. Incluso puede que nuestra vida le parezca mejor que la suya.

Me negaré a reconocer a mi doble si hace eso. Vale que seamos dos, pero al menos que el otro se sienta uno sólo.
Verlo tan bien no me agradará, me temo. Lo mataré, me parece. Será asesinato aunque lo expondré como intento de suicidio.
Habrá juicio y juicio paralelo.
La sentencia será firme candidata a ocupar su puesto.

Anónimo dijo...

Paul McCartney murió atropellado el 1966. Le sustituyó un tal Billy Shears. ¿Un doble o su doble?

http://www.paul-is-dead.com/

http://digilander.libero.it/jamespaul/fc1.html

Anónimo dijo...

¿Conocéis la historia del especialista? Doblaba a los actores en las escenas peligrosas. Lo hizo hasta coincidir con Dustin Hoffman cuando no era conocido. Dustin le pareció su Doppelgänger, le cogió susto y se retiró.

No había para tanto. Dustin Hoffman se parece a todos. A Pacino. A De Niro. A Alfredo Landa...