12 de diciembre de 2007

Doris Lessing recogiendo el Premio Nobel (el discurso lo leyó su editor)

Supongamos que las aguas anegan nuestras ciudades con la subida del nivel de los mares; el narrador permanecerá. Porque es la fantasía la que nos enriquece, la que nos mantiene, la que nos crea, para bien y para mal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La que mejora la voz y aclara la vista. A gritos profeticé la gran inundación. Supongamos que las aguas anegan nuestras ciudades; el narrador permanecerá. Porque la fantasía nos enriquece, nos mantiene, nos crea, para bien y para mal