5 de julio de 2011

Quiero todo esto (al modo de José Agustín Goytisolo y por encargo de la Cadena Ser)

Quiero una pluma estilográfica nueva
que sólo sirva para escribir poemas.
Quiero pasar una hora encerrada en una habitación
con el fantasma de mi padre.
Quiero ver nevar sobre Cracovia.
Quiero nadar en el mar la última tarde de octubre
antes de que llegue el frío.
Quiero ser la reina de Inglaterra
durante cinco minutos.
Quiero ver a mis tres hijos cuando tengan mi edad
por el ojo de una cerradura.
Quiero que se prohíban los libros
compuestos con letra diminuta y apretujada.
Quiero pagar mis impuestos sin dolor.
Quiero que la gente que no sabe ser feliz
reciba lecciones urgentes.
Quiero ser la primera bailarina
del New York City Ballet
una noche de estreno.
Quiero que vayan a la cárcel
los novelistas que aún escriben:
“Lágrimas tibias y saladas resbalaron por su mejilla”
y se quedan tan anchos.
Quiero encontrar zapatos del 42
en una zapatería de mi barrio.
Quiero que quienes no entienden nada
comiencen a entender algo.
Quiero que el hombre que duerme a mi lado
siga ahí dentro de treinta años.
Quiero salir al jardín a arrancar un limón
de un limonero plantado con mis propias manos.
Quiero una ducha con buena presión de agua.
Quiero ser un astronauta sin fecha de regreso
durante cinco minutos.
Quiero leche que sepa a leche.
Quiero viajar en el tiempo para asistir
a una comida de Navidad
en casa de mi bisabuela.
Quiero que me perdone –más aún, que me comprenda-
quien nunca va a comprenderme ni perdonarme.
Quiero pintar una pared de color naranja
con mis propias manos.
Quiero un sillón de leer de 90 x 95
y un escabel a juego.
Quiero besos, abrazos y caricias
(darlos, recibirlos, recordarlos).
Quiero conocer a un librero de viejo
con muchas ganas de hablar.
Quiero palabras que suenen bonito, 
como Pulpa, Almidón, Zascandil, Plantígrado.
Quiero que todos los bares del mundo
tengan tónica Fentimans.
Quiero hablar ruso
como si hubiera nacido en San Petersburgo.
Quiero abrir la puerta y encontrar
a Wislawa Szymborska en el rellano.
Quiero tener setenta años
durante cinco minutos.
Quiero ser estudiosa de algo insignificante
y consagrar a ello toda mi vida.
Quiero que los mosquitos no me zumben en el oído
mientras concilio el sueño.
Quiero un abrigo largo hasta los pies
para envolverme con él el próximo invierno.
Quiero ver la vida
desde el punto de vista de las medusas.
Quiero que los Reyes Magos no sepan la verdad.
Quiero morir, como mucho, a los 80 años.
Quiero silencio para leer.
Quiero un periódico sin sección de deportes.
Quiero conocer a gente
que aún no ha sido engendrada.
Quiero echar por la ventana
todos los televisores de la casa.
Quiero ser muy menudita y pesar 40 kilos.
Quiero aprender el arte de estar
en dos lugares al mismo tiempo.
Quiero disfrazarme de señora con polisón.
Quiero, lo antes posible, 
meter todos mis libros en cajas
y llevármelos a otra parte.
Quiero ser Jack el Destripador
durante cinco minutos.
Quiero admirar a mis amigos.
Quiero cantar el aria de la reina de la noche
de La flauta mágica.
Quiero aprender a hacer tiramisú.
Quiero ser un hombre durante los veinte segundos
que dura lo que ya sabéis.
Quiero asombrarme siempre y mucho.
Quiero no recordar nada de lo que quiero,
según esta lista,
la próxima vez que me pregunten
qué quiero.

6 comentarios:

Rebeka October dijo...

De todo lo que tu quieres, yo quisiera sólo dos cosas para mí...

"Quiero una pluma estilográfica nueva
que sólo sirva para escribir poemas."

Porque no sé escribir poemas, por más que lo intento no se salva nada dentro de mi cabeza...

Y quiero...

"Quiero pasar una hora encerrada en una habitación
con el fantasma de mi padre."

Porque ayer hizo un mes de su marcha, y le echo tantisimo de menos, que ese vacío me deja sin fuerzas, sin habla, sin palabras, sólo con lágrimas...
Y tenerlo de nuevo aunque fuese una hora, para decirle todo lo que me hubiera gustado decirle, sería un sueño cumplido.
Aunque lo más probable es que no podría dejarle ir sin que em prometiera que iba a volver todos los días al menos durante una hora...

Un beso grande Care.

Rebeca.

Begoña Argallo dijo...

Cuando se sabe todo lo que se quiere se está más cerca de conseguirlo...aunque sea con la imaginación. Coincidimos en muchos quieros ;)
Saludos

Artemisas' Project dijo...

Genial, me ha encantado el punto de los escritores que deben ir a la cárcel por escribir: lágrimas tibias y saladas, no sería mejor pena de muerte?

Saludos

Anónimo dijo...

Cosas en las que puedo ayudarte:
Puedo leerme la sección de deportes del periódico que tú compres. Te puedo ayudar a meter tus libros en cajas, precintarlas, identificarlas y después volver a colocarlos en las estanterías que tú dispongas. Puedo pedir silencio para que leas, o llevarme a todo el mundo a tomar café (mejor leche). Puedo dejarme admirar, sólo cinco minutos, aunque sería lo que más me costaría.
Y, además, te puedo enseñar a hacer tiramisú según la receta secreta de mi hermana.

fer fernan dijo...

quiero ser yo y que tú seas siempre tú

Anónimo dijo...

Quiero que me quieras...