1 de noviembre de 2007

Día de difuntos


No le tengo miedo a la muerte, pero no quiero estar allí cuando suceda.

Woody Allen

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo sí, me cae bien woody, le daría un besito en la frente

Anónimo dijo...

Yo tenía trece años cuando murió mi abuela. Siguiendo la tradición que aún existe en los puebños de aceptar la muerte como algo natural, mi padre (que adoraba a su madre hasta límites insospechados) me llevó a la habitación para que me despidiese de ella. Nadie me dijo que debía hacer. Quizás, como una enseñanza más de ese subsconsciente colectivo que se supone que compartimos pero que nadie ve, acerqué mis labios de niña a su frente, y la besé. Cómo me sorprendió ese frío. Mi abuela ya no estaba allí. Sólo entonces comprendí, y por primera vez, que la muerte es distancia, y es fin.

Maria Escalas Bernat dijo...

Como dice el poeta, yo espero que cuando la muerte llegue, me encuentre bien viva!

Anónimo dijo...

Previsor o consciente del espectáculo: mis últimas palabras serán silenciosas

Anónimo dijo...

ola soy una niña de el saucejo de un pueblo de sevilla de 4 y nos estamos leyendo toda la clase los ojos del lobo me parece muy interesante el libre mi maestra es mari angeles escudero y keremos ke venga care santos por aqui un beso!!!!!