6 de noviembre de 2007

Chaplin 71 años después

—Mamá, ¿Charlot es este señor que no habla nunca?
El mismísimo Chaplin se hubiera sentido orgulloso de la pregunta de mi hijo Adrián, de 5 años, mientras veía, por primera vez en su vida, Tiempos modernos, la última película en la que Chaplin explotó el personaje del vagabundo en búsqueda eterna de fortuna. Chaplin se negó, pese a las reticencias de la productora, a que Charlot hablara, y le mantuvo mudo incluso en esta última cinta, rodada en 1936, cuando el cine sonoro ya era una realidad consolidada. De hecho, Tiempos modernos es técnicamente una película sonora, que contiene una verdadera joya chapliniana: casi al final de los 87 minutos de metraje, Chaplin interpreta una canción sin sentido —supuestamente ha perdido la letra, que llevaba escrita en un puño— en el más puro estilo de los artistas de variedades de los años 20 y 30. La canción es de una ingenuidad y una comicidad arrolladoras, la interpretación de Chaplin no puede ser más emocionante —en ese rol de cantante cómico que tenía aprendido desde la cuna— y además, es en su voz que escuchamos todas esas palabras que suenan a inglés, francés o italiano y en realidad no son ninguna de las tres cosas. Lo mejor es que el gag sigue funcionando 71 años después incluso ante espectadores tan críticos como los niños.
Y es qu Charlot y los más pequeños de la casa hacen buenas migas porque hablan el mismo idioma. Sólo un ejemplo: ¿Cómo reacciona un trabajador desesperado de tener que ajustar tornillos diez horas seguidas a toda velocidad en una cadena de montaje? Sufre un ataque de locura y comienza a ajustar narices en lugar de tornillos. Incluida la del jefe de la sección y la del mismísimo director de la fábrica. Mis hijos lo vieron muy lógico. Y se rieron mucho.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

creo que tiempos modernos es probablemente la peli de chaplin que más me gusta

¿sabes qué anécdota se cuenta de chaplin? por lo visto una vez estaba en un restaurante comiendo con su familia y unos ladrones le robaron el coche que estaba aparcado fuera

pues bien, al cabo de un tiempo, por las cosas que había en el coche, los ladrones se dieron cuenta de que era suyo y fueron en seguida a devolvérselo por el puro afecto que su imagen y su fama provocaban

abrazo

:-)

amor

Anónimo dijo...

este tipo era "malo": pervertido, tirando a rojo y, lo peor, guasón

Lo "malo" sigue siendo malo para consuelo de tontos empeñados en mantenerlo.

Anónimo dijo...

¡dios mío! tirando a rojo, nunca más veo una película suya, si llego a saberlo, menos mal que me he enterado

;-)

besos, care

amor