30 de junio de 2009

Primera noticia: llega Bel

http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/504600/Care_Santos_publica_Bel-_amor_mas_alla_de_la_muerte_la_primera_novela_con_su

Y el blog del asunto, by SM:

http://www.belamormasalladelamuerte.com/

Para terminar,en mi web también hay sorpresas varias.

www.caresantos.com

He aquí el despertar virtual, visitantes.

24 de junio de 2009

Fin de temporada a lo grande

El día de San Antonio estuve firmando en la Feria del Libro de Madrid. Como cada año por estas fechas, tengo la impresión de haber estado en todas partes (y en cierto modo, ha sido así). Uno de los lugares donde más me gusta estar entre finales de mayo y mediados de junio es la Feria del Libro de Madrid. Desde que iba en calidad de lectora entusiasta, siempre bien acompañada (la primera vez fui con mi amigo Óscar Esquivias), no he faltado casi ningún año. Y si he faltado ha sido porque me estaba muriendo de algo que finalmente se curó (por fortuna). Así que el año que no me veáis en Madrid durante la Feria del Libro, lamentadlo (los amigos) o alegraos (los enemigos) porque significará que estoy fatal y esta vez no me recupero.
Bueno, a lo que íbamos. Estuve en la Feria del Libro. La primera tarde, participé en una mesa redonda muy sesuda sobre derechos digitales. Ah, qué gran asunto. Habría que organizar algún congreso, encuentro o ejercicio espiritual para que quienes saben más de ello nos lo cuenten bien. Es EL GRAN ASUNTO. Todo el mundo habla de qué vamos a hacer cuando el libro digital nos invada y nos expolie, cuando los piratas (algunos dicen "los ladrones") campen a sus anchas por la red y, por extensión, por nuestras cosas. En fin. Un dia de estos hablaremos de ello, que yo soy de la parte de la población que está (y mucho) interesada en el particular.
Pero hoy quiero hablar de cosas agradables. Mi segunda cita con la Feria del Libro fue para firmar. Ni más ni menos que tres horas, en la caseta de Editorial SM, un sábado muy caluroso que además era el último. Fue fantástico. Me llevé los rotuladores para hacer dibujitos a mis pequeños lectores. Firmé mucho, conocí a algunos lectores estupendos y charlé con algunos padres y madres igualmente fantásticos. También observé, en silencio, refugiándome en las sombras como un amante de Bécquer.
Vi padres y madres que compraban los libros que querían ellos y no sus hijos. Una madre, por ejemplo, estaba empeñada en llevarse un libro de animales a pesar de que su hijo quería uno de egipcios. "Nos gustan los animales", pluralizaba la buena mujer, ante la mirada desolada del pequeño. Cuando vio, pagó y venció, tuvo el morro de interpelar a su hijo (que me miraba con ojos compungidos) y exigirle un beso: "Después de lo bien que lo hemos hecho contigo, papá y yo nos lo merecemos, ¿no?", le preguntó. El niño lanzó un tímido "no" que (creo) sólo escuché yo. Miraba la portada de mi libro (Se vende mamá)como comprendiendo. Yo también le comprendía a él. Me daban ganas de decirle: "Véndela, chaval. Seguro que si encuentras a uno a quien le gusten los libros de animales, te la compra seguro".
También vi padres que engañan a sus hijos. Sí, sí, y sólo para ahorrarse 15 euros. Ejemplo real. Un niño ve un libro titulado Star Wars.
-Cómpramelo, papá -le dice al padre.
El padre echa al libro un vistazo esquinado.
-No, que está en inglés -contesta.
El niño, valiente, se acerca a la caseta y pregunta:
-¿Ese libro está en inglés?
Contesta alguien con propiedad:
-No. Está en castellano.
El padre dirige una mirada asesina a quien ha contestado y se lleva al niño casi a rastras.
También están los que ante la petición entusiasta de su hijo (que tal vez quiere un libro de Spiderman, por ejemplo, precioso por cierto) le contesta: "No, que ese es de mirar y no de leer". Y se queda tan ancho.
Claro que también observé el comportamiento contrario. El niño o niña apenas manifestaba interés por un tútulo y el padre o madre ya estaba sacando el monedero. Me temo que me identifico con este tipo de conductas. Supongo que a veces a los padres se nos nota demasiado el superlativo interés que tenemos en que lean, aunque itentemos disimular para no parecer sospechosos. Al final, estoy muy de acuerdo en que lo mejor es la indiferencia. Lo que hay que ponderar insistentemente termina por resultar sospechoso. Lo mejor es dar por sentado que los libros son estupendos. Como los macarrones con tomate, la cocacola, las puestas de sol, los parques de atracciones y todas esas cosas tan maravillosas que no necesitan que nadie las alabe todo el tiempo para que nos den ganas de probarlas.
Al final, la Feria del Libro fue lo mejor del mes, como siempre. Un final de temporada digno de un curso fabuloso, del que espero ir contando perlas en este lugar.

La foto: del día en cuestión, y según lo dicho. Creo que se me ve satisfeha.
La tomó Juan Miguel Sánchez Vigil