Con ésta, han sido 345 entradas.
4 de diciembre de 2006
Cerrado (temporalmente) por primer aniversario
Con ésta, han sido 345 entradas.
30 de noviembre de 2006
Ausencias y no
Si hay alguien que no se alegra de que me vaya y me echa de menos ni que sea durante un nanosegundo, os propongo algo divertido.
Desde inicios de esta temporada dirijo y presento en una emisora de radio local un programa (¿de qué va a ser?) de libros. Nos lo pasamos bien y tratamos de hacer que a la audiencia le ocurra lo mismo. Se llama NO ENS AVORRIREM (No nos aburriremos), algo que (creo) cumplimos hasta el paroxismo semana tras semana.
Advertencia: la mayor parte del programa es en catalán, anque muchos de los invitados condicionan el cambio de idioma, claro. Esta semana una de nuestras colaboradoras, Regina Bou, entrevistó a los ganadores de los Premios Planeta, Álvaro Pombo y Marta Rivera de la Cruz.
Si tenéis curiosidad, sólo tenéis que hacer click aquí www.mataroradio.com hoy jueves por la tarde (de 18 a 19, hora española, claro), y volverlo a hacer en la pestaña superior "Directe".
Allí nos escuchamos, navegantes.
29 de noviembre de 2006
Os prometo que no le he mandado un jamón (o la primera crítica a El dueño...)
Y es que El dueño de las sombras se aparta del realismo crítico de múltiples colecciones destinadas al joven lector y se atreve a realizar una incursión en el mundo de ultratumba, centrándose especialmente en las múltiples presentaciones del mal. Un tema que se remonta, como bien hace Santos al final del libro, hasta los románticos, como Gustavo Adolfo Bécquer, y que en la actualidad cultivan con acierto Agustín Fernández Paz, Fernando Latorre y César Mallorquí, entre otros.
Aunque este es un género difícil de abordar, la nueva mirada femenina de Santos lo enriquece de matices y ofrece un protagonismo diferente a las mujeres de la familia Albás, situado en el extremo contrario de las típicas chicas histéricas de las películas americanas de terror. Pero si con esto no hubiera bastante, la autora deleita con una de las miradas más singulares del lado oscuro del mundo: Eblus, nombre que recibe el demonio protagonista de todos los males, es el narrador de los peores momentos. Un relato en segunda persona, que se dirige al lector, con preguntas ad hoc, y que despierta en él sus miedos más ancestrales. Esta es, sin duda, la obra más ambiciosa de esta gran autora juvenil, que da muestras de una gran maestría del arte de novelar.
Joan Portell Rifà
Suplemento Exit, El periódico de Catalunya / El periódico de Aragón
noviembre 2006
28 de noviembre de 2006
Juan José Millás, Todo son preguntas
Verdaderamente, continúa habiendo dos Españas. Una es la España satinada, sutil, sedosa, limpia y optimista de las ocho ministras que posaron de forma absolutamente discreta (...) para Vogue y otra es la España casposa, cutre, maloliente, meapilas, inculta, tétrica, antigua y funeraria que representan ciertos individuos. ¿Cuál de ellas le hiela a usted el corazón?
* Se refiere a Manuel Fraga. La información envejece deprisa, ya se sabe.
Quinteto, 2006
27 de noviembre de 2006
El corazón del monstruo (microcuento)
La verdadera faz de aquel monstruo sólo se mostraba de noche, cuando alguien me mandaba a buscar algo al consultorio, y yo intuía en el cuarto de atrás la presencia callada y amenazadora de la máquina. Pensaba que en cualquier momento podía capturarme con aquellos elásticos que servían para sujetar a los bebés, o acercarse a mí con sigilo de reptil gigante y sorprenderme. Para mi extrañeza, el monstruo nunca jamás me atacó, ni siquiera franqueó la puerta del cuarto donde le teníamos encerrado. Aunque en más de una ocasión le descubrí tramando algo, preparándose para salir, odiándome en la oscuridad y el silencio que siempre le acompañaban.
Cuando fui un poco más mayor traté de comprender: tal vez yo también odiaría con toda la fuerza de mis entrañas oxidadas si me obligaran a vivir en aquellas condiciones de soledad, estrechez y trabajo forzado. Jamás nadie lo limpiaba. Jamás nadie reservaba para él las alegres horas de la diversión familiar de que sí gozaban otras máquinas de la casa. De todos los miembros de la familia, sólo mi padre acudía de vez en cuando al cuarto trasero para preocuparse por su estado. Encendía la luz, murmuraba algunas palabras, pulsaba algún interruptor y volvía a salir de inmediato.
Cuando mi padre murió, la vieja máquina quedó sumida en su silencio. Se desvalijó el consultorio y mi madre dispuso que el cuarto de atrás se utilizara como trastero. Libros de texto viejos, zapatos, muñecas descabezadas… Cualquier cosa que nadie quería acababa en aquel angosto lugar. La máquina parecía imperturbable. Cuando iba de visita a casa de mi madre procuraba no demorarme nunca demasiado entre las pilas de cosas, y jamás apagar la luz antes de cerrar la puerta. Creo que disfrutaba abandonándola allí, a oscuras, rodeada de basura inservible. Era mi venganza, muchos años después.
Cuando mi madre murió y nos vimos en la penosa circunstancia de vaciar la casa, la vieja máquina fue el mayor problema. Un mecánico la desmontó pieza por pieza —la mampara, la plataforma, el cuadro de mandos…— hasta dar con un cilindro azulado de algo más de un metro. «Aquí está el alma de este mamotreto. Deben tener cuidado. Es terriblemente tóxico».
Resolví llevarme el tubo a casa mientras encontraba el modo de deshacerme de él. Lo dejé en el baño de la entrada, uno muy pequeño que jamás se usa. Y cerré la puerta.
Cada vez que paso por allí siento latir el corazón del viejo monstruo. Sé que aún espera su oportunidad. Aunque a veces tengo la impresión de que a quien espera es a mi padre.
24 de noviembre de 2006
prólogos
En mi casa no hay ninguno, pero de haberlo, diría esto:
23 de noviembre de 2006
manifiesto
CONSIDERAN:
1. Que lo editores de libro infantil y juvenil trabajan por ofrecer BIEN CULTURAL, en mayúsculas.
2. Que este BIEN CULTURAL es esencial para el proceso de formación y crecimiento de niños y jóvenes.
3. Que la lectura ha de arraigar en la vida de los niños y jóvenes lo antes posible para despertar interés y crear hábito lector.
4. Que editar libro infantil y juvenil implica un grado de especialización que debería ser reconocido tanto a nivel social como empresarial.
5. Que en el ámbito de la Literatura Infantil y Juvenil, a las tareas propias de la edición se le añade la responsabilidad que supone publicar para un lector en formación, tanto por lo que respecta a la competencia y comprensión lectoras como al espíritu crítico.
6. Que nos duele la invisibilidad de la Literatura Infantil y Juvenil —que tan a menudo denunciamos— sólo rota cuando surge un best-seller, cuando intervienen fuertes campañas mediáticas o en un par de fechas señaladas, a lo largo del año.
7. Que querer encuadrar la Literatura Infantil y Juvenil —especialmente la que se dirige al mercado escolar— dentro de lo que en este marco se considera “políticamente correcto”, es discutible y ajeno a su razón de ser.
8. Que la clasificación por franjas de edad es una imposición añadida para orientar al adulto, que es quien a menudo actúa como mediador.
9. Que la convivencia entre BIEN CULTURAL y producto editorial se hace dificil por las presiones empresariales y comerciales que rodean el mundo editorial.
POR TODO ELLO SOLICITAMOS
Que la literatura infantil y juvenil se incorpore como una necesidad vital en la vida diaria de los niños y jóvenes y cuente con la implicación de TODOS: no sólo de aquellos que partcipan en la elaboración y difusión de los libros: editores, escritores, ilustradores, libreros y bibliotecarios, sino también con la de otros sectores como pueden ser los padres y madres, escuelas, instituciones, medios de comunicación...
Que la Literatura Infantil y Juvenil no sea una literatura pequeña porque es la que nos hace mayores y más libres.
-Publicacions ABADIA DE MONTERRAT. Sr. Jordi Úbeda
-EDICIONES B, Sra. Alicia Soria
-Edicions BAULA, Sr. Josep Llussà
-Editorial BARCANOVA, Sr. Eduard Cerreda
-Ediciones BEASCOA, LUMEN infantil y MONTENA, Sra. Núria Cabutí
-Edicions BROMERA, Sr. Joan Carles Girbés
-Editorial CASALS, Sr. Ramon Casal
-Editorial CASTELLNOU, Sr. Xavier Blanch
-CERCLE DE LECTORS, Sra. Anna Vázquez
-COMBEL Editorial, Sra. Noemí Mercadé
-Editorial CRUÏLLA, Sra. Montse Ingla
-DESTINO Infantil y Juvenil, Sra. Marta Vilagut
-Grup EDEBÉ, Sra. Reina Duarte
-Editorial EKARÉ, Sr. Pablo Larraguibel
-Editorial EMPÚRIES, Sra. Eugènia Broggi
-LA GALERA Editorial, Sra. Lara Toro
-Editorial JUVENTUD, Sra. Elodie Bourgeois
-Edicions LYNX, Sra. Marta Fenollar
-Editorial MEDITERRÀNIA, Sr. Eduard Fornés
-Editorial MOLINO, Sra. Mar Peris
-Editorial MOLL, Sr. Francesc de B. Moll
-Editorial PAGÈS, Sr. Ramon Badia
-Edicions del PIRATA, Sra. Maria Grau
-Editorial SALAMANDRA, Sr. Joan Milà
-Editorial SERRES, Sra. Poppy Grijalbo
-Edicions TÀNDEM, Sra. Rosa Serrano
-THULE Ediciones, Sra. Arianna Squilloni
-Editorial TIMUN MAS, Sra. Cristina Feliu
* Manifiesto leído en el Salón del Libro de Barcelona 2006.
22 de noviembre de 2006
herramienta
Ayer por la tarde, el el II Saló del Llibre de Barcelona, el CCLIJ presentó un ambicioso proyecto: el Diccionario de autores y autoras de literatura infantil y juvenil en catalán. En la presentación, Marta Vilagut, la presidenta del CCLIJ, dijo que a partir de hoy miércoles el diccionario estará consultable en la red.
Para aquellos que estéis interesados, puede ser una herramienta muy útil. Lo encontraréis aquí:
21 de noviembre de 2006
Para qué da Unamuno (fragmento de novela inédita)
Para seguir leyendo, AQUÍ
20 de noviembre de 2006
vitae
19 de noviembre de 2006
pensamiento de fin de semana
El éxito de la operación siempre depende de la oportunidad.
18 de noviembre de 2006
La santa cena, un 'micro' de Jordi Cantavella*
17 de noviembre de 2006
Harold Pinter
La habitación / El amante
Losada, 2006
16 de noviembre de 2006
Petrus 226 (o ¿de quién es la grapadora?)
Para leer más, AQUÍ
15 de noviembre de 2006
Ramiro Pinilla, Dashiel Hammett y la forma de estar en el mundo
Si un autor desea contar que su personaje, para aquella ocasión, se había acicalado de manera no habituyal en él y arrostraba el cambio con todas sus consecuencias, Raymond Chandler así lo describe: «Estaba aseado, limpio, afeitado y sereno y no me importada que se notase». Es lo mismo, pero...
Se trata de un propósito del creador de hacerlo especialmente así, de gastar tiempo en ello: el motor de su paciencia es la fe en el resultado de lo que busca. ¿Cómo se alcanza este propósito? Sospecho que, más que de voluntarismos literarios, depende de emanaciones de la propia personalidad del escritor, de una manera de ser, de una forma de estar en el mundo.
Del prólogo a Nanga, primera novela de Willy Uribe
Leqtor, Barcelona, 2006
* Por cierto: la de la foto, es la última forma de estar en el mundo de Dashiel —Samuel D.— Hammett
14 de noviembre de 2006
Lo que se piensa pero no se dice
La capacidad de escándalo está barata, todo el mundo la lleva encima para cuando sea menester. La señora de la carta al director decía que la última entrega de Gabo era la novela de un pedófilo y se preguntaba, con ese tono indignado y soberbio de quien cree tener moralmente la razón, cómo se atreve, un hombre como él, a sus años. Como si a los ochenta uno no pudiera —o no debiera— tener perversiones. En mi almuerzo con editoras nadie le quitaba la razón a la señora de la carta. Sólo yo me atreví a decir que la literatura no es política, y por tanto no tiene por qué ser correcta, sino todo lo contrario. La literatura es provocación, escándalo, ir a contracorriente. Todo ello para emocionar, que es el fin último de toda obra de arte. Que el día en que la literatura deba ser correcta en todo, como la niña de buena familia que nunca más será, dejaré de escribir y, muy probablemente, de leer novedades. Que me refugiaré para siempre en Celine, en Rimbaud, en Nabokov, en De Quincey o en Jelinek…
Debo reconocer que la capacidad de escándalo general me lleva a un infantil juego a la contra. No lo puedo evitar, ¡es tan divertido jugar a escandalizar lectores, potenciales escritoras de cartas al director, editores convencidos de que para agradar a muchos hay que limar todas las asperezas! Corre una el riesgo de caer en la facilidad, porque cuando el escándalo está tan barato, la provocación es cualquier cosa. Por esa empatía tan criticable como cualquier otra, defiendo a Elfriede Jelinek, la premio Nobel de hace un par de años, con garras y dientes. Para ser sinceros, la defiendo mucho más de lo que la disfruto como lectora. Su literatura —¿será culpa de la traducción? Que me perdone Carlos Fortea, el traductor de lo último que leí de ella— avanza a empellones, sin un hilo del que se pueda tirar, con la misma rudeza que gastan sus personajes, femeninos y masculinos. La Jelinek justifica su literatura por la opresión que la ultraderecha austriaca ha ejercido sobre intelectuales como ella. Sin embargo, creo que la provocación directa de sus novelas sienta muy bien a lectores de cualquier nacionalidad: los zarandea, los despierta de su letargo, les abofetea en las mejillas. Incluso en casos como el mío en que su lectura no provoca un gran placer.
La literatura de Elfriede Jelinek debería recomendarse con fines terapéuticos. Os aseguro que después de leer a esta chica mala, la gente estaría mucho menos susceptible. Eso no va a pasar, qué lástima. Sin embargo, no hay que dejar de celebrar su existencia. Menos mal que nos quedan Jelineks y que a García Márquez aún le inspiran algo las jovencitas, suspiro con alivio cuando conozco casos como los de la señora de la carta al director.
De la supuesta pedofilia de García Márquez, navegantes, podríamos hablar uyn día de estos. Vaya por delante que llamar pedófilo a Gabo es como afirmar que Ágatha Christie era una asesina reincidente.
Un apunte imprescindible: la literatura es el terreno de lo que se piensa pero no se dice. Es el terreno de lo que sólo unos cuentos se atreven a poner por escrito. Elfriede Jelinek se atreve a describir brutales violaciones del director de una fábrica de papel a su mujer en Deseo o nos cuenta cómo una madurita con tendencias masoquistas se practica una ablación de clítoris en su bañera por mero deporte en La pianista. Al lado de esta dama, Gabo queda como un viejito chocho en guayabera. ¿Se imaginan qué habría hecho Jelinek con la niña dormida de la novela de Gabo? Mmmm, yo sí.
13 de noviembre de 2006
El ruido y la furia (fragmento más o menos autónomo de mi novela inédita El síndrome Bovary)
Las noches son, desde que nació Luis, un suplicio. Los bebés vienen al mundo con el empeño innato de fastidiar a sus mayores, algo que consiguen con asombrosa facilidad. Más cuando su madre profesa a ciegas la fe en determinadas organizaciones, como la Liga de la Leche, una confraternidad láctea universal que defiende con vehemencia las virtudes de la teta a todas horas y carga las tintas contra otras teorías, como la alimentación programada según un horario. Valentín está convencido de que La Liga de la Leche no es más que una estratagema política de la peor calaña: el viejo lobo de la sumisión femenina a los roles de esposa y madre disfrazado de la oveja moderna de la alimentación sana y los hábitos saludables.
Si queréis más, navegantes, lo tenéis AQUÍ.
* Sólo para los que lleguéis al final: en unos días, tendréis la respuesta a la pregunta de Valentín.
12 de noviembre de 2006
11 de noviembre de 2006
Stephen King
10 de noviembre de 2006
Abacus, Barcelona, jueves 9 noviembre 2006
9 de noviembre de 2006
Escribir con un mapa
Escribir con un mapa y un almanaque. Curioso consejo. Acaso Homero hubiera sabido que Penélope envejeció si hubiera tenido un almanaque a mano. Tal vez don Quijote hubiera sido de un lugar muy concreto de La Mancha si Cervantes hubiera dispuesto de un mapa. Nunca lo sabremos. Sin embargo, sí tenemos noticia de algunas ocasiones en que el proceso ha tenido lugar al contrario: un escritor, que tal vez en ese instante ni siquiera sabe que lo es, dibuja un mapa a partir de los dictados de su ensoñación. Sólo luego tiene la certeza de que a ese territorio imaginado le hace falta un sustrato de ficción, una historia.
Con el trazado de un mapa empieza la escritura de una obra paradigmática del siglo XIX: La isla del tesoro. Para entretener a Lloyd, el hijo de 13 años de su esposa Fanny, Stevenson dibuja en una hoja cualquiera la cartografía de una isla inexistente. Inventa hasta el último rincón de ese territorio inexplorado, hasta que nada en él queda sin nombrar. En alguna ocasión cuenta Stevenson cómo disfrutó bautizando las calas, las playas, las islas… Dando a entender que en realidad la cuestión no era tanto un reto cartográfico, o geográfico, sino filológico y toponímico.
De hecho, John Ronald Reuel Tolkien nunca se consideró a sí mismo un escritor, sino un filólogo. Cuando ideó la Tierra Media, o la Comarca, los escenarios de su tan llevada y traída El señor de los anillos, no estaba en realidad esbozando el escenario de ninguna acción, sino jugando a crear un territorio que mantuviera una coherencia estrictamente filológica en sus topónimos. Bebió de fuentes tan distantes como las leyendas germánicas, las lenguas nórdicas o ciertos rasgos de las mitologías grecolatinas y, finalmente, creó a Bilbo Bolsón y a todos los portadores, más o menos afortunados, de ese anillo que corrompe como siempre lo hace el poder, porque es el poder mismo.
Seguro que Tolkien tuvo siempre muy presente su mapa de la Tierra Media mientras escribía. De hecho, en su relato, la cartografía ideada por él mismo, cobró una importancia fundamental. Tanta como la tuvo la de la isla de Stevenson en su clásica novela. Sin embargo, Stevenson no tuvo suerte, ya que el mapa original se perdió y nunca más fue recuperado. Escribió los primeros capítulos de su Isla del tesoro de corrido, a raíz de uno por día, mientras el interés de su auditorio —formado por Lloyd y por otros miembros de la familia, entre ellos su propio padre— iba creciendo. De este modo dio por terminada la primera parte del libro. Luego llegó la duda, ese hemistiquio a veces insalvable en la escritura de toda novela. Stevenson dudó si debía terminarla. Finalmente lo hizo. La novela se publicó —huérfana de mapa— en la revista para jóvenes Young Folks. Fue un éxito tan inmediato que no tardó en publicarse en forma de libro y en reportar una merecida fama a su joven autor. Sin embargo, Stevenson narra esta época a partir de la desolación de no haber sido capaz ni de encontrar su mapa ni de dibujar otro igual.
No es extraño. Lo que ya existe es susceptible de adoptar cualquier nombre, incluso el de los sueños —lo supieron los conquistadores del llamado Nuevo Mundo al bautizar a la Patagonia o California con nombres que habían robado de las novelas de caballerías más leídas de su tiempo— pero, ¿cómo pensar en nombrar lo que ni siquiera está en la memoria? Stevenson respondió a esa pregunta con una novela perenne.
8 de noviembre de 2006
7 de noviembre de 2006
Laura y Julio, Juan José Millás
*
«El escritor más puro es el que no escribe.»
*
«Sólo nos enteramos de lo que ya sabemos.»
*
«Lo que se escribió pensando en el público ingenuo, que es el lector natural del género novelesco, es en la actualiad pasto de sabios y eruditos. La única forma de relato viva es la telenovela, en parte porque nos acerca al género oral, del que procedemos.»
Seix Barral, octubre de 2006
6 de noviembre de 2006
Bienvenidos a El Reino de Venus
5 de noviembre de 2006
Estáis todos invitados *
* Debo decir: la frase grandilocuente, claramente comercial, que puede leerse en la invitación (todo eso de "la primera novela de terror escrita en España por una mujer") no es cierta. Dos de mis autoras más admiradas son mujeres y han practicado con mucho acierto el género: Pilar Pedraza y Elia Barceló. También Emilia Pardo Bazán tiene por ahí algún cuento de temática sobrenatural... Eso, a vuelapluma. Seguro que hay más. Pero, ya sabéis: a los editores no hay que tomarles nunca demasiado en serio.
4 de noviembre de 2006
3 de noviembre de 2006
Invisibles
Aunque en lo doméstico también yo salivo cual mascota pavloviana. Pienso en las aplicaciones que la cosa pueda tener en la casa del futuro, esa que preconiza Bill Gates. Sería de gran utilidad hacer invisible la factura del teléfono, al niño que vuelve del colegio o incluso la mancha insoluble de la alfombra. Para no hablar de otras aplicaciones nacionales: invisibilizar a los subsaharianos que se empeñan en viajar en pateras, para que nadie pudiera contarlos, ni repartirlos, ni siquiera recibirlos como es debido. Tampoco les veríamos morir. Y ya puestos, volvamos invisibles a los que duermen en los cajeros, a los terroristas, a los jefes del partido al que no votaremos jamás, a la suegra que nunca atiende, al yerno con pendiente en la nariz, a los lunes por la mañana, al mes de septiembre, a los cinco días antes de cobrar... Es un filón, esto de los candidatos a desaparecer. Vaya, aún será verdad que Pendry estudia algo realmente útil.
Y, en el preciso instante en que todo lo que no nos gusta haya desaparecido de nuestro mundo, dedicaremos las largas tardes de los domingos a subir y bajar las persianas de nuestra casa inteligente. Arriba y abajo, como idiotas, durante horas. Arriba y abajo.
2 de noviembre de 2006
Especial Día de Muertos (III): Relatos que me asustaron
En fin, navegantes. Respirad hondo. Relajaos. No es más que un cuento. Uno magistral, por cierto, de raigambre popular, pero escrito por W.W. Jacobs en 1902, y llamado, precisamente, La pata de mono (The Monkey's Paw). Se incluye en su libro de cuentos La dama de la barca, que en España publicó Valdemar (claro) en el año 2000 bajo el título de La pata de mono y otros cuentos macabros. Se trata de un relato muy antologado, y no es raro hallarlo en recopilaciones del género. También existe una versión (escalofriante) en teatro, que firmó Louis N. Parker.
1 de noviembre de 2006
Especial Día de Muertos (II): Tipología del terror cinematográfico
1) DETESTO...
2) ADORO...
Por último, una selección de momentos terroríficos:
No he querido marcharme sin dejaros, navegantes, en la mejor de las compañías: la de estos tres simpáticos amiguitos. No olvidéis visitar La fraternidad de Babel. Estará de miedo.
31 de octubre de 2006
Especial Día de Muertos (I): Visita, un cuento inédito
30 de octubre de 2006
Coming soon
Especial Día de los Muertos
El programa será el siguiente:
-Día 31 de octubre: Halloween en La fraternidad y un microcuento de terror inédito aquí.
-Día 1 de noviembre: Cine de terror. ¿Demostrará Fray César su sapiencia sin igual? Yo haré lo que pueda, lo prometo, por estar a la altura.
-Día 2 de noviembre: Literatura de terror. ¿No os preguntáis que estremece a César Mallorquí? Yo sí, y me muero de ganas de saberlo.
Y el próximo 6 de noviembre... más muertos
Coming soon...
28 de octubre de 2006
Exclusivas previsibles
Así, pues, Scoop me ha gustado por la misma razón que me gustó La leyenda del escorpión de Jade, a la cual recuerda incluso en la elección de la banda sonora. Aunque también me ha gustado como Annie Hall, o Balas sobre Broadway. O que Misterioso asesinato en Manhattan, una de mis preferidas.
Scoop es una trama enloquecida, donde la joven y guapa Scarlet Johanson interpreta a una estudiante de periodismo a quien el espíritu de un reportero curtido en mil destinos revela la sorprendente identidad de un criminal conocido como el Asesino del Tarot. A pesar de que la joven Sandra se enamora de su sospechoso mientras trata de investigarlo burdamente, siempre con el estorbo de su supuesto padre (Woody Allen, el realidad un mago de tres al cuarto cuya primera aparición no tiene desperdicio), no hay sorpresas en este argumento que se ve venir desde el principio, sin que eso importe lo más mínimo. Johanson está bien en el registro cómico, incluso cuando habla precipitadamente y mucho, como hacen siempre los bverborreicos personajes de Allen, dando la impresión de que la relación entre director y actriz en ocasiones roza la simbiosis. Allen nos regala un guión cargado del ingenio habitual y un personaje que le sienta como anillo al dedo, como todos, a medio camino entre el absurdo y el drama, también como es marca de la casa.
He visto la película en el Verdi sólo hace unas horas. Algunos de los espectadores que, como yo, iban solos, se reían a carcajadas. También yo. Allen es también, como su cine, conocido y previsible, un director que sorprende poco y seduce mucho. Y eso es, precisamente, lo que esperábamos cuantos estábamos allí: que nos sedujera con frases como la que suelta el mago cuando una señora envarada le pregunta en una fiesta de ricos por su confesión:
Uno de los signos más claros por los que se reconoce la inteligencia es la capacidad de reírse de uno mismo. Y eso incluye el entorno más cercano, la ciudad que uno adora y la sociedad de la que, en teoría, forma parte. Tal vez eso sirva para explicar el mayor éxito de Woody Allen en Europa: la autocrítica, la capacidad de reírse de uno mismo, no es un valor de la actual administración de los Estados Unidos.
Tratad de imaginar a George Bush viendo ésta o cualquier otra película de Woody Allen y sabréis a qué me refiero. Hay cosa imposibles incluso para mentes tan despiertas y capacitadas como las vuestras, navegantes.
Guión y dirección: WOODY ALLEN. Productores: LETTY ARONSON, GARETH WILEY. Fotografía: REMI ADEFARASIN. Montaje: ALISA LEPSELTER. Reparto: SCARLETT JOHANSSON, WOODY ALLEN, HUGH JACKMAN, IAN McSHANE
27 de octubre de 2006
Vicenç Pagès Jordà: De Robinson Crusoe a Peter Pan. Un canon de literatura juvenil
Proa, 2006
(traducción: C. S.)
26 de octubre de 2006
7.000 escogidos
25 de octubre de 2006
Odiosas comparaciones: La Dalia negra
También me gusta el sórdido mundo del escritor estadounidense James Ellroy, el autor en cuya novela homónima se basa el guión de la película de Brian de Palma que hoy comento. Su libro autobiográfico Mis rincones oscuros —donde narra el asesinato de su madre, el proceso policial que siguió y el túnel sin salida en que todo eso convirtió a su adolescencia—, es uno de los libros más terribles y emotivos que he leído en mi vida. Me encantan esas tramas de Ellroy, repletas de crímenes truculentos, sexo y seres que buscan una salvación imposible a cualquier precio. Me gusta L.A. Confidential, la conocida adaptación cinematográfica de otra de sus novelas. Me interesa la historia de La Dalia negra en relación con su biografía: el autor se obsesionó con el asesinato, en 1947, de la actriz de películas de serie B Elizabeth Short y no paró hasta quye escribió una novela —su segunda obra después de que la literatura le redimiera— contando el caso.
Estreno: viernes 20 octubre 2006. Duración: 121 minutos.
24 de octubre de 2006
José Cardoso Pires: De Profundis
Libros del Asteroide, 2006
23 de octubre de 2006
Teresa, azul irrepetible
Teresa conocía bien las clases pudientes. Era hija de uno de los hombres más ricos de su ciudad de provincias, cuya fortuna, cosechada en la industria textil, alcanzaba a la familia para tener un servicio populoso, varios coches de caballos y dar a las hijas una educación refinada al gusto de la época. Teresa tenía la piel pálida de las señoritas de buena familia, y unos ojazos de un azul deslumbrante que superaban modas y épocas. Las fotografías, ni siquiera las más antiguas, aquellas en las que se la ve seria y lánguida como correspondía, no le hacen justicia. Teresa era una mujer guapa. Lo fue toda su vida. Tenía ochenta años y algunos de viuda cuando aún la rondaba un pretendiente que vencía la artrosis para proponerle casi a diario una peliculera fuga por mar a América. Sin embargo, Teresa siempre le dio calabazas: ya había consumado todas las fugas de su vida.
Apenas superaba los veinte cuando se enamoró. El elegido, un joven apuesto, mujeriego, tan enamorado como ella y tan bienintencionado como pobre. Se llamaba Claudio. Era el lechero. Cierto vecino o cierta pariente les sirvió de correo cuando ella intuyó la oposición de su familia. Hasta que las palabras no bastaron, o tal vez les sobraban, y se hizo necesario dar un paso más. Entonces Teresa topó con la oposición de los suyos. La leyenda negra de mi bisabuela ha recordado el día en que le rompió a su hija mayor una tableta de chocolate negro en la cara. Qué capricho, retener algo tan nimio, que sucedió en cuestión de segundos hace ochenta años.
Teresa se marchó de casa. Algunos días en casa de una tía de Claudio. Una boda en la intimidad, a la hora de los maitines, sin invitados ni trajes ni azahar. En las fotos se les ve elegantes, circunspectos, con un brillo especial en la mirada. La de mi abuela —no se aprecia— era azul radiante, azul transparente, azul irrepetible. Un azul imposible de retener si no fuera que, de vez en cuando, los genes familiares nos lo devuelven en la tercera generación. Si hubiera querido tener un cuarto hijo, soñaría con que tuviera la mirada nítida y valiente de Teresa.
21 de octubre de 2006
Paul Auster en Oviedo
20 de octubre de 2006
En la Noche del Destino, mi mayor obsesión
19 de octubre de 2006
18 de octubre de 2006
Grandeza de la pequeñez
Schopenhauer
17 de octubre de 2006
Leer para ser otro
A partir de ese momento, el señor Quijano, o Quesada o Quijada, adopta una vida nueva. La ficción le trastorna hasta volverle ficticio. Una bacía, un podenco, una moza esquiva y un amigo gordinflón sirven para hacer realidad un sueño. Todo lo demás es silencio. Y, además, no importa.
Desde entonces, todos los lectores ansiamos ser él: el hombre que fue capaz de ser feliz en los libros. También todos los escritores soñamos con un lector como Quesada: entregado, entusiasta, crédulo, noble y soñador. Un llanero solitario de los cuentos, que no atiende a modas, ni consejos ni puñetera falta que le hace. Puede que esté un poco loco, sí. Loco de Literatura, de invención. No lo parece cuando habla como un cuerdo de su pasión por los libros, y proclama ante aquel canónigo que le escucha, y también ante la humanidad, que sin invención, sin Literatura, el mundo no merecerí salvarse. El canónigo se admira de él y de su enciclopédico saber. Y lo hace en voz alta, para que todos sepan que leer produce el efecto secundario de la sabiduría.
Ni Quijote lo sabía. El leyó para dejar de ser él o tal vez para ser otro (no es lo mismo) y para conquistar la ínfima felicidad que proporciona un sueño cuando sabemos que no va a cumplirse.
16 de octubre de 2006
Envidia: por falta de madera o de jardín o de ambas cosas no puedo ser Chéjov
Antón Chéjov, de Natalia Ginzburg (Acantilado, 2006)
15 de octubre de 2006
14 de octubre de 2006
La verdad es indivisible
Esta película, rodada por un director alemán que confiesa haber deseado escribir el libro del francés desde que terminó de leerlo, también es inteligente y misógina, también está repleta de personajes trememente humanos, y de verdades incómodas. En realidad, habla de la vida descarnada, abocada al fracaso y la soledad, de cualquiera que respire, y, sobre todo, habla de cómo se sobrevive al aguacero, de cómo hacer para continuar aquí pese a todo. En realidad, la película nos habla de distintos métodos para sobreponerse a la existencia: el escapismo ingenuo de la hippie Jane (Nina Ross), la madre de los dos protagonistas; el celibato y la pasión por las matemáticas del superdotado Michael (Christian Ulmen); o la lujuria desenfrenada del personaje más complejo de cuantos deambulan por esta historia: Bruno, encarnado magníficamente por Moritz Bleibtreu (recordado por unos pocos por El experimento, cinta inquietante que apenas se vio en España, y por muchos gracias a Munich. Su interpretación aquí le ha valido el Oso de Plata del reciente Festival de Berlín.) En el reparto conviven, además, otros interesantes nombres del cine alemán.
FICHA TÉCNICA
LAS PARTÍCULAS ELEMENTALES (Elementarteilchen)
Dirección: Oskar Roehler. País: Alemania. Año: 2006. Duración: 113 min. Género: Drama. Interpretación: Moritz Bleibtreu (Bruno), Christian Ulmer (Michael), Martina Gedeck (Christiane), Franka Potente (Annabelle), Nina Hoss (Jane), Uwe Ochsenknecht (padre de Bruno), Corinna Harfouch (Dra. Schäfer), Michael Gwisdek (profesor Fleißer), Herbert Knaup (Sollers), Jasmin Tabatabai (Yogini). Guión: Oskar Roehler; basado en la novela "Las partículas elementales" de Michel Houellebecq. Producción: Bernd Eichinger y Oliver Berben. Música: Martin Todsharow. Fotografía: Carl-Friedrich Koschnik. Montaje: Peter R. Adam. Dirección artística: Ingrid Henn. Vestuario: Esther Walz. Estreno en Alemania: 23 Febrero 2006. Estreno en España: 6 Octubre 2006.
13 de octubre de 2006
Monstruos y decisiones
Título: El laberinto del fauno. Género: Fantástico. Nacionalidad: España/ Mexico/ EE.UU.
Director: Guillermo del Toro. Calificación: Mayores de 18 años. Año de Producción: 2006 Duración: 112 min. Idioma: Castellano Estreno: 11 de octubre 2006