23 de mayo de 2006

Abrazos que trae el correo

Estimada Care:
Hoy, hace unos minutos, he escuchado a Almudena Grandes hablar muy bien de la novela de Óscar Esquivias Inquietud en el paraíso. He ido a buscar información sobre la editorial que lo había publicado, por ver si aun seguía en Algaida, y me he encontrado con tu página Web.
Hace ya un tiempo, junio de 2000, la suerte me deparó la satisfacción de estar unas horas junto a ti. He ido a buscar el libro donde te pedí que escribieras a bolígrafo el comienzo de tu novela Trigal de cuervos. Me lo escribiste en espiral y al lado me dibujaste un caracol con una morcilla que dice: «Qué cosas me haces hacer, Carlos, por Diosss…» En otra página me pones una dedicatoria que, por si es posible el recuerdo, dice: «Para Carlos, en una noche luminosa de sidra, canciones y amistad, en un Oviedo mejor que nunca».
Me alegra saber que sigues publicando, en prácticamente todas las editoriales, con un éxito notable. De igual manera por Óscar que, en noviembre del mismo año en que te conocí, también apareció por esta vetusta ciudad.
Espero que al recibo de este mensaje te vaya todo bien aunque me desasosieguen un poco tus palabras de despedida en el blog.
Te recuerdo sonriente y vital… deseo que así sigas.
Suerte y salud.
Carlos Romero

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Queridos, quién pudiera como vosotros curarse con letras, escribir sobre lo lábil de todo. ¿A dónde asirme? Hoy he dicho no a Gerard, no sé por qué, quiza porque le veía el mas fuerte, pero precisamente dejarle le ha convertido ahora en el más débil. Ojalá fuera yo como Catulo y fuera uno de los dos el que me rechazara.

Anónimo dijo...

Querida libia, ¿las letras curan? ¿Te lo parece?

Anónimo dijo...

Es maco rebre e-mails així oi Care? Un petonàs. Espero que mica en mica estiguis millor ;)
Smuakis.
Comella Firmet
http://guallavitoclub.blogia.com

Anónimo dijo...

Libia te queremos