5 de noviembre de 2007

Fisgoneando en la biblioteca de Azorín







Aquí tenéis primeras ediciones suculentas (como esa de Romance de Lobos, que se muestra), dedicatorias más suculentas todavía (como la de Valle: "A Martínez Ruiz, en testimonio de alta consideración literaria"), la biblioteca que la familia de Azorín adquirió en un convento clausurado y la personal (foto de abajo), que el escritor tenía en Madrid y que fue llevada a su casa-museo después de su muerte.

* Esta visita formaba parte del programa del Taller de Creación Literaria de Elda, en el que participé, invitada por Elia Barceló (a quien podéis ver, con cara de "¡caramba!" en la primera foto) y junto a Alfonso Mateo-Sagasta, el pasado mes de septiembre. Si las imágenes están aquí es gracias a la gentileza de José Payá, el director de la Casa-Museo de Azorín en Monóvar, que obró de Cicerone de la visita, y de Pedro Cibera Coloma, que tomó las fotos y ha tenido la gentileza de enviármelas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

visito con mucha frecuencia elda, y en la zona azorín por la proximidad de monóvar y castelar por haber pasado su infancia en elda son dos de las grandes figuras literarias recordadas repetidamente

santi tena

:-)

miwok dijo...

¡Qué maravillosa fue aquella visita!

Anónimo dijo...

¡Sopla! Qué ilusión...
Tenía algo de mágico aquella biblioteca (como casi todas, por cierto).
;)