4 de diciembre de 2008

Nunca reconozco el lenguaje en mi boca ni las palabras escritas
y lo que digo sucede en un discurso perdido o
en uno futuro, no es sino seducción, seducción y ser seducido
y ese miedo que invade al hombre cuando descubre
que grito y eco, gesto y comprensión
todo lo habitual,
es como algo regalado para siempre que de repente puede
extinguirse, y que és está solo
en mitad de la vida.

De En mitad de la vida, de Hermann Broch (Igitur, 2004)


La imagen de hoy, del De Im Here, en Flickr

1 comentario:

nuria ruiz de viñaspre dijo...

Qué ajustadas esas palabras como sentencias de Broch.