5 de mayo de 2010

Lúcida, visionaria Emily Dickinson

No es el Apocalipsis lo que espera
sino nuestros deshabitados ojos.

De Poemas a la muerte, Bartleby, 2010

2 comentarios:

María José dijo...

Os regalo dos momentos de la película La decisión de Sophie.Os la recomiendo, si todavía no la habéis visto, esperad, vedla y luego leed estos regalos. Uno es la lectura de un poema de Emily Dickinson que conecta totalmente con la situación emocional de Sophie y Nathan. Este poema sale dos veces en la película. Primero, cuando se están conociendo una Sophie enferma y un Nathan encantador que la ayuda y la cuida con cariño y sensibilidad. Están los dos juntos en la cama. Él toma un libro de Dickinson, y lee:

Haz amplia esta cama,
haz esta cama con prudencia;
espera en ella el postrer juicio,
sereno y excelente.

Que sea recto su colchón
y redonda sea su almohada,
que ningún rayo dorado de sol
llegue jamás, a perturbarla.
Otra vez será leído al final de la película por Stingo en una situación muy distinta, y con lágrimas, Nathan y Sophie están de nuevo juntos en la cama… en silencio.

Saludos

Víctima del desamor dijo...

Hermosa, pero terrible historia. Vi la película hace años, y jamás conseguiré olvidarla.

Feliz noche.

María Eugenia