29 de noviembre de 2011

Todo


Los deseados libros
salvados uno a uno
de la codicia ajena.
Las palabras que en ellos despertaron
angustias, anhelos, sueños:
los sueños de escribir
para que otros soñaran.
El cariño de media docena
de personas amadas
que, a veces, como libros
te otorgan enseñanzas
indelebles.
Los papeles que caen como hojas
de otoño
de dentro de otras hojas,
y en ellos, revelada,
la letra de algún muerto
distante, que se acerca
y nos habla.
El tiempo,
el inasible,
las cosas que perecen,
las que vuelven,
las que estaban detrás,
agazapadas,
aguardando, temiendo
el compás de los días por venir.
Las miradas, los signos,
el tictac de los pasos,
las páginas en blanco,
el polvo que convive con nosotros.
Lo felices que fuimos,
lo que dejan los años
y ningún polvo puede arrebatar;
lo pasado, lo hecho,
lo escuchado, el placer consumado
lo aprendido,
lo mucho que nos queda
después que las certezas
se deshagan.

Todo.
Todo lo que reunimos.
Todo lo que reunimos se perderá.

1 comentario:

Rebeka October dijo...

Una gran verdad TODO lo que has dicho.
Inevitablemente todo se perderá.
Al igual que nosotros también nos perderemos.

Habrá que luchar para que quede algo de nosotros cuando nos vayamos. Tú al menos tienes tus libros.

Así que queda la parte de un todo que permanecerá...

Un beso con TODO mi cariño.