30 de mayo de 2006

Cursillo de natación (perfeccionamiento)

Una de mis sensaciones favoritas: estar en el agua. Dejarme flotar. Zambullirme. Desplazarme. Creo que aprendí a nadar casi a la vez que a caminar.
Hoy me he calzado por primera vez unas aletas de buceo. Lo peor es descubrir, cuando te las quitas, de qué poco sirven tus pies.
Lo dice Adrián al ir a ponerse sus sandalias nuevas:
—Mamá, ya no tengo calcetines. Sólo tengo pies.
Es un defecto de la mayoría de nosotros: sólo tenemos pies y los pies no valen de mucho. Para avanzar, hace falta más.
El problema, a veces, es saber qué, exactamente (no siempre hay a mano unas aletas de buceo).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo realmente preocupante en estos casos, es que las aletas suelen tener nombre propio, y nuestra sonrisa (por muy sensatas que seamos) depende de otra sonrisa y depende de cómo nos miran unos ojos, y por supuesto depende de las palabras que nos dicen o de las que se callan, o del silencio aterrador, o de la breve distancia que separa a dos cuerpos en la misma cama

Anónimo dijo...

Sí nane. Depende de todo eso...

sfer dijo...

Muchas veces, sólo nos damos cuenta de lo mucho que necesitamos una cosa cuando ya no la tenemos. Imagina, si echas de menos las aletas al quitártelas, lo que echarías de menos los pies si no los tuvieras. Deberíamos apreciar lo que tenemos, sin necesidad de perderlo...

Anónimo dijo...

Hola, Care:

Cada vez descubro que tenemos más cosas en común: a mí me encanta nadar, estar en el agua, cuando hace mucho tiempo que no nado sueño con ello ( literalmente, sueño con piscinas, a mí me encanta el olor a cloro, me recuerda al verano,a las noches inacabables).
Un detalle: yo sólo nado de espaldas y normalmente despacio, ¡es de las cosas mejores que existen, puedes llegar a vivir burbujas de felicidad absoluta!
Por supuesto, yo también me sé frases de SAbina que a veces se me cuelan cuando escribo. Una vez llegué a dedicarle un cuento.
Un besito. Si quieres nos vemos en Madrid.

Anónimo dijo...

Imaginalo al reves, eres un pececito, te encanta ponerte pies para estar fuera del agua, desplazarte, dejarte llevar por los patines, saltar o agacharte...