Querido amigo,
¿Podrías echarnos una mano?
LLAMAMIENTO A TODOS LOS FANS DE SERRAT
Estamos preparando el cancionero más especial del mítico cantautor y tu ayuda es imprescindible; necesitamos todo el material que puedas aportar: entradas de conciertos, pósters, merchandising,curiosidades, etc. Recogeremos y devolveremos todo el material que nos prestes y, por descontado, lo trataremos con mucho cariño. En agradecimiento incluiremos una mención en el libro de todos aquellos seguidores cuyo material haya sido utilizado. Ponte en contacto con nosotros en la dirección editorial@temasdehoy.es
30 de noviembre de 2007
29 de noviembre de 2007
¡Al diablo con los linces azules!
Pues sí, este fue el título que ganó "en vivo y en directo". Lo habéis adivinado, navegantes.
¿Coindidencia? No tanto. Los reclamos son los que son. Igual que lo que nos llama la atención.
Además, es un maravilloso título.
¿Qué tipo de novela imagináis? ¿El líder de una banda de rock llamada "Los linces azules" pacta con el diablo a cambio de reunir a la banda por última vez? ¿Un ecologista desengañado decide suicidarse en una reserva de linces azules? ¿Un hombre al que acaban de abandonar ve linces azules en sus sueños?
En fin...
La autora de tan magnífico título es Veronica Garcia (estudiante de 9º A), de la Institución Educativa El Hatillo, cerca de Medellín. Tiene 15 años.
¿Coindidencia? No tanto. Los reclamos son los que son. Igual que lo que nos llama la atención.
Además, es un maravilloso título.
¿Qué tipo de novela imagináis? ¿El líder de una banda de rock llamada "Los linces azules" pacta con el diablo a cambio de reunir a la banda por última vez? ¿Un ecologista desengañado decide suicidarse en una reserva de linces azules? ¿Un hombre al que acaban de abandonar ve linces azules en sus sueños?
En fin...
La autora de tan magnífico título es Veronica Garcia (estudiante de 9º A), de la Institución Educativa El Hatillo, cerca de Medellín. Tiene 15 años.
28 de noviembre de 2007
El mejor título
La semana pasada organicé un concurso de títulos de novela entre unos alumnos de 14-15 años de la Instutución Edicativa XXX de Barbosa, en Colombia. A partir de algunas palabras elegidas previamente, ellos debían formar títulos sugerentes.
Estos son algunos de los mejores. Os animo, visitantes de este blog, a que elijáis el que más os guste. Veremos si coincidís con los votos de los estudiantes colombianos (En unas horas, la solución).
1) Pedro en México y su reloj
2) Antonia, una rosa de Medellín
3) En Medellín no hay reloj
4) ¡Al diablo con los linces azules!
5) La rosa de México
6) Un camino siempre despejado
7) La rosa azul de siempre
8) La rosa azul hacia Medellín
9) El camino nunca está despejado
10) Camino hacia la rosa mexicana
11) Despejado camino de Antonia
* Los de la foto son algunos de los participantes
27 de noviembre de 2007
26 de noviembre de 2007
23 de noviembre de 2007
Adrián y el tiempo
Hoy mi hijo Adrián me ha preguntado por primera vez «qué hora es».
La respuesta ha parecido satisfacerle. La hora debía de ser la que él esperaba.
He aquí un modo de hacerse mayor: comenzar a hacerse preguntas acerca del tiempo.
Comenzar a tener la ilusión de que el tiempo se doblega a nuestros intereses.
La respuesta ha parecido satisfacerle. La hora debía de ser la que él esperaba.
He aquí un modo de hacerse mayor: comenzar a hacerse preguntas acerca del tiempo.
Comenzar a tener la ilusión de que el tiempo se doblega a nuestros intereses.
22 de noviembre de 2007
El Mundo, de Juan José Millás
1) El que ha tenido frío de pequeño, lo tendrá para toda su vida.
2) La condición de la existencia es la frialdad como la de la noche es la oscuridad.
3) El miedo de los mayores produce pavor a los pequeños.
4) El lenguaje nos utiliza y nos moldea hasta el punto de que, más que hablar con él, hablamos por él.
5) Concibo la escritura como un trabajo manual. Cada frase es un circuito eléctrico. Cuando accionas el interruptor, la frase se tiene que encender. Un circuito no tiene que ser bello, sino eficaz. Su belleza reside en su eficacia.
6) En cierta ocasión, pasé una tarde entera dentro del cuerpo central de aquel armario: una tarde entera al otrolado del espejo. No hay mucho que añadir porque no vi nada. En el otro lado no hay nada, quizá en este tampoco.
7) La vida sin miedo resulta inconcebible.
Editorial Planeta, 2007.
2) La condición de la existencia es la frialdad como la de la noche es la oscuridad.
3) El miedo de los mayores produce pavor a los pequeños.
4) El lenguaje nos utiliza y nos moldea hasta el punto de que, más que hablar con él, hablamos por él.
5) Concibo la escritura como un trabajo manual. Cada frase es un circuito eléctrico. Cuando accionas el interruptor, la frase se tiene que encender. Un circuito no tiene que ser bello, sino eficaz. Su belleza reside en su eficacia.
6) En cierta ocasión, pasé una tarde entera dentro del cuerpo central de aquel armario: una tarde entera al otrolado del espejo. No hay mucho que añadir porque no vi nada. En el otro lado no hay nada, quizá en este tampoco.
7) La vida sin miedo resulta inconcebible.
Editorial Planeta, 2007.
21 de noviembre de 2007
Prohibamos los libros, de Empar Moliner
He aquí que unos padres se acerca a la famosa escritora después de una conferencia y le dicen, muy preocupados,que su hijo no lee. Ella les pregunta:
«¿Y vosotros? ¿Leéis?».
Ellos agachan la cabeza con la vergüenza correspondiente y responden que no. Y la mujer concluye:
«¿Y entonces? ¿Cómo queréis que vuestro hijo lea si vosotros no leéis?».
Pero veréis, a continuación se le acercan otros padres muy preocupados porque su hijo no lee.
«¿Y vosotros leéis?», les pregunta ella también.
«Sí, sí, muchísimo», responden ellos con el orgullo correspondiente. Y la escritora les contesta:
«¿Y cómo queréis que lea si vosotros leéis?».
Pues eso. No hay fórmulas para que la gente lea y está bien que no haya. Leer no es especialmente bueno. Leer debería estar tan mal considerado como ver la televisión o jugar a videojuegos violentos. Se puede ser feliz e inteligente sin leer. De modo que vosotros, lectores, deberíais decir a los que no leen que no hagan caso de las campañas ministeriales. Leer es un placer extraño, que todas las personas adictivas no podemos dejar, pero no es necesario que todo el mundo se enganche. (...) La mejor campaña que se podría hacer a favor de los libros sería prohibirlos. Si conseguimos que los libros sean ilegales, como las drogas, o que las librerías se conviertan en lugares clandestinos como las tabernas en época de ley seca, no todo estará perdido.
Publicado en L'Illa. Revista de lletres. La traducción es mía.
«¿Y vosotros? ¿Leéis?».
Ellos agachan la cabeza con la vergüenza correspondiente y responden que no. Y la mujer concluye:
«¿Y entonces? ¿Cómo queréis que vuestro hijo lea si vosotros no leéis?».
Pero veréis, a continuación se le acercan otros padres muy preocupados porque su hijo no lee.
«¿Y vosotros leéis?», les pregunta ella también.
«Sí, sí, muchísimo», responden ellos con el orgullo correspondiente. Y la escritora les contesta:
«¿Y cómo queréis que lea si vosotros leéis?».
Pues eso. No hay fórmulas para que la gente lea y está bien que no haya. Leer no es especialmente bueno. Leer debería estar tan mal considerado como ver la televisión o jugar a videojuegos violentos. Se puede ser feliz e inteligente sin leer. De modo que vosotros, lectores, deberíais decir a los que no leen que no hagan caso de las campañas ministeriales. Leer es un placer extraño, que todas las personas adictivas no podemos dejar, pero no es necesario que todo el mundo se enganche. (...) La mejor campaña que se podría hacer a favor de los libros sería prohibirlos. Si conseguimos que los libros sean ilegales, como las drogas, o que las librerías se conviertan en lugares clandestinos como las tabernas en época de ley seca, no todo estará perdido.
Publicado en L'Illa. Revista de lletres. La traducción es mía.
20 de noviembre de 2007
En el Colombo Americano de Medellín
19 de noviembre de 2007
And the winner is... ¡la 11!
Según los visitantes de este blog (no todos han votado en abierto), ésta es la primera frase ganadora:
También encontraron muerto a su caballo, por fidelidad a su dueño.
Tal vez os guste saber que la que eligieron los estudiantes entre quienes practiqué este juego no ha sido votada en esta segunda ronda virtual y era la siguiente:
El hombre, al pender de la cuerda, se dio cuenta de lo que quería en realidad.
También encontraron muerto a su caballo, por fidelidad a su dueño.
Tal vez os guste saber que la que eligieron los estudiantes entre quienes practiqué este juego no ha sido votada en esta segunda ronda virtual y era la siguiente:
El hombre, al pender de la cuerda, se dio cuenta de lo que quería en realidad.
La mejor primera frase
1) "Durante su secuestro, su madre no había dejado de esperarla"
2) "Era media noche ya y Catalina no dejaba de susurrar: Ella sólo está dormida"
3) "Les contaré cómo fue el principio de una historia de amor que terminó en tragedia y dolor"
4) "Lo único que pensé en ese instante fue lo que decía mi madre: mis hijos siempre mueren en un viaje"
5) "Cuando culmina el otoño llega el despertar de los amores apasionados"
6) "Al morir Elisa, el mar se llevó todas las penas que con ella estaban"
7) "¿Será la muerte el primer escalón del camino al paraíso?, se preguntó"
8) "El hombre, al pender de la cuerda, se dio cuenta de lo que quería en realidad"
9) "Luego de ser atravesado por su propia espada vio que todo lo que había hecho por ella no fue en vano"
10) "Ella siempre solía asomarse a la ventana. Y mirar el amanecer"
11) "También encontraron muerto a su caballo, por fidelidad a su dueño"
Todas corresponden al ejercicio que propuse el pasado viernes a los alumnos de la Institución Educativa José Manuel Caicedo, de Barbosa, Colombia. En la foto superior tenéis a los muy jóvenes autores.
¿Con cuál os quedáis, navegantes? ¡Las hay muy buenas! Os animo a votar la que más os guste, aquella que os animaría a seguir leyendo. El viernes elegimos una ganadora, pero os dejo con el misterio hasta mañana.
2) "Era media noche ya y Catalina no dejaba de susurrar: Ella sólo está dormida"
3) "Les contaré cómo fue el principio de una historia de amor que terminó en tragedia y dolor"
4) "Lo único que pensé en ese instante fue lo que decía mi madre: mis hijos siempre mueren en un viaje"
5) "Cuando culmina el otoño llega el despertar de los amores apasionados"
6) "Al morir Elisa, el mar se llevó todas las penas que con ella estaban"
7) "¿Será la muerte el primer escalón del camino al paraíso?, se preguntó"
8) "El hombre, al pender de la cuerda, se dio cuenta de lo que quería en realidad"
9) "Luego de ser atravesado por su propia espada vio que todo lo que había hecho por ella no fue en vano"
10) "Ella siempre solía asomarse a la ventana. Y mirar el amanecer"
11) "También encontraron muerto a su caballo, por fidelidad a su dueño"
Todas corresponden al ejercicio que propuse el pasado viernes a los alumnos de la Institución Educativa José Manuel Caicedo, de Barbosa, Colombia. En la foto superior tenéis a los muy jóvenes autores.
¿Con cuál os quedáis, navegantes? ¡Las hay muy buenas! Os animo a votar la que más os guste, aquella que os animaría a seguir leyendo. El viernes elegimos una ganadora, pero os dejo con el misterio hasta mañana.
18 de noviembre de 2007
Hasta la vista, Medellín
Colgar esta entrada será lo último que haga antes de salir hacia el aeropuerto de Medellín, rumbo al primero de los dos aviones que me devolverán a casa. Me iré de esta ciudad con tristeza, como siempre me voy de Colombia. No bien me habré marchado y comenzaré a añorar la hospitalidad y amabilidad de su gente, los sabores de su comida y el calorcito de su sol. Tendré de nuevo la impresión de que dejo mucho atrás, y sólo me consolaré pensando en quiénes me esperan al final del camino. Aún sin bajar del avión, lo sé, ya estaré contando los días que faltan para volver, y siempre serán demasiados.
Medellín me ha impresionado como pocos lugares de los que he conocido. Una ciudad que lucha contra la memoria de un pasado terrible que apenas terminó: el de las bandas urbanas que hacían la ciudad invivible hasta principios de los 90. Hoy Medellín es una ciudad en construcción. Una ciudad que ha inaugurado bibliotecas en mitad de los que fueron los barrios más conflictivos de la ciudad. Una de esas bibliotecas se llama España. Fue inaugurada el mes de marzo pasado. Se encuentra en el barrio de Santo Domingo, uno de los muchos en los que, hasta hace apenas diez años, ni la policía se atrevía a entrar. Es un lugar tumultuoso, de casas apretadas unas contra las otras, ubicado en la ladera de una montaña -como todo aquí-, y comunicado con el centro de la ciudad por un rápido y modernísimo sistema de teleféricos llamado "metro-cable". La tarde que estuve allí, la biblioteca estaba muy animada. Había un montón de niños esperando para utilizar los ordenadores de la sala infantil (de 6 a 10 años) y otros tantos en las otras salas de ordenadores. Estuve curioseando entre el fantástico fondo de libros en la sala de los más pequeños, deseando ser niña, o no tener a mis hijos al otro lado del Atlántico. La biblioteca es una obra arquitectónica imponente, magnífica, que se distingue entre las pequeñas construcciones de ladrillo. Es un faro que brinda a los habitantes de esa zona otras alternativas para pasar una tarde. Bukowski habla en sus poemas de la biblioteca pública de Los Ángeles, que le salvó de ser un mal tipo. Esta biblioteca impresionante em este lugar también salvará a muchos.
Para conocer bien qué infierno fue esta ciudad hace 15 años, he buscado entre la literatura colombiana. Me cuentan que ciertos autores detestan a toda esa oleada de escritores que han tratado el tema de las bandas del narcotráfico. La verdad, creo que hay algo de envidia. Nacional e internacional: en ese tema, Colombia tiene una cantera de autores de novela negra impresionante.
La primera que leí fue un clásico moderno: La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo, llevada al cine por el francés Barbet Schroeder. También Mario Mendoza tiene algunas novelas sobre esos ambientes. La más conocida tal vez sea Satanás, que ganó el Biblioteca Breve. Pero la mejor de todas me parece Rosario Tijeras, de Jorge Franco, una novela que parte de la tesis doctoral de su autor y en la que analiza el papel de la mujer en las bandas urbanas de narcotraficantes. En España está ya descatalogada, pero acabo de comprobar que quedan aún varios ejemplares, a precios de risa, en iberlibro (pinchando AQUI), y os aseguro que merece la pena: es ágil, dura, tiene personajes estupendos y está magníficamente escrita. Además, nos sumerge en un mundo de pesadilla desde la primera línea. Un mundo, por cierto, donde el amor también tiene su sitio.
Además, tiene una de las mejores primeras frases que he leído en mi vida:
Como a Rosario le pegaron un tiro a quemarropa mientras le daban un beso, confundió el dolor del amor con el de la muerte.
No lo penséis y leedla. Es breve y rotunda como el tiro que le pegaron a Rosario.
En cuanto a mí, me quedan los libros que me llevo de autores que no podría conseguir en España (Germán Espinosa, Mejía Vallejo, el propio Jorge Franco...) y algunos discos de salsa, vallenato y otras hierbas para irme curando de esta nostalgia de Medellín. Hasta que pueda regresar, por lo menos.
Medellín me ha impresionado como pocos lugares de los que he conocido. Una ciudad que lucha contra la memoria de un pasado terrible que apenas terminó: el de las bandas urbanas que hacían la ciudad invivible hasta principios de los 90. Hoy Medellín es una ciudad en construcción. Una ciudad que ha inaugurado bibliotecas en mitad de los que fueron los barrios más conflictivos de la ciudad. Una de esas bibliotecas se llama España. Fue inaugurada el mes de marzo pasado. Se encuentra en el barrio de Santo Domingo, uno de los muchos en los que, hasta hace apenas diez años, ni la policía se atrevía a entrar. Es un lugar tumultuoso, de casas apretadas unas contra las otras, ubicado en la ladera de una montaña -como todo aquí-, y comunicado con el centro de la ciudad por un rápido y modernísimo sistema de teleféricos llamado "metro-cable". La tarde que estuve allí, la biblioteca estaba muy animada. Había un montón de niños esperando para utilizar los ordenadores de la sala infantil (de 6 a 10 años) y otros tantos en las otras salas de ordenadores. Estuve curioseando entre el fantástico fondo de libros en la sala de los más pequeños, deseando ser niña, o no tener a mis hijos al otro lado del Atlántico. La biblioteca es una obra arquitectónica imponente, magnífica, que se distingue entre las pequeñas construcciones de ladrillo. Es un faro que brinda a los habitantes de esa zona otras alternativas para pasar una tarde. Bukowski habla en sus poemas de la biblioteca pública de Los Ángeles, que le salvó de ser un mal tipo. Esta biblioteca impresionante em este lugar también salvará a muchos.
Para conocer bien qué infierno fue esta ciudad hace 15 años, he buscado entre la literatura colombiana. Me cuentan que ciertos autores detestan a toda esa oleada de escritores que han tratado el tema de las bandas del narcotráfico. La verdad, creo que hay algo de envidia. Nacional e internacional: en ese tema, Colombia tiene una cantera de autores de novela negra impresionante.
La primera que leí fue un clásico moderno: La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo, llevada al cine por el francés Barbet Schroeder. También Mario Mendoza tiene algunas novelas sobre esos ambientes. La más conocida tal vez sea Satanás, que ganó el Biblioteca Breve. Pero la mejor de todas me parece Rosario Tijeras, de Jorge Franco, una novela que parte de la tesis doctoral de su autor y en la que analiza el papel de la mujer en las bandas urbanas de narcotraficantes. En España está ya descatalogada, pero acabo de comprobar que quedan aún varios ejemplares, a precios de risa, en iberlibro (pinchando AQUI), y os aseguro que merece la pena: es ágil, dura, tiene personajes estupendos y está magníficamente escrita. Además, nos sumerge en un mundo de pesadilla desde la primera línea. Un mundo, por cierto, donde el amor también tiene su sitio.
Además, tiene una de las mejores primeras frases que he leído en mi vida:
Como a Rosario le pegaron un tiro a quemarropa mientras le daban un beso, confundió el dolor del amor con el de la muerte.
No lo penséis y leedla. Es breve y rotunda como el tiro que le pegaron a Rosario.
En cuanto a mí, me quedan los libros que me llevo de autores que no podría conseguir en España (Germán Espinosa, Mejía Vallejo, el propio Jorge Franco...) y algunos discos de salsa, vallenato y otras hierbas para irme curando de esta nostalgia de Medellín. Hasta que pueda regresar, por lo menos.
17 de noviembre de 2007
Banderitas
16 de noviembre de 2007
15 de noviembre de 2007
En la Institución Educativa Villanueva, de Copacabana (Colombia)
Estos son los alumnos y alumnas que bailaron danzas típicas colombianas en este colegio a 27 kilómetros de Medellín. Lo hacían muy bien.
Aquí me tenéis esta mañana con los alumnos (arriba) y luego con dos jóvenes amigas (y también fotógrafas, puesto que ellas tomaron estas imágenes, que me han enviado a la velocidad del rayo): María Leticia Jaramillo y Daniela Arias (por orden descendiente). La cuarta foto ha sido una bromita entre ellas y yo, pero no puedo resistirme a incluirla. Mi cara menos institucional, desde luego.
Y un mensaje para todos ellos: Gracias por la calidez de vuestro recibimiento. De corazón.
14 de noviembre de 2007
¿Por qué no te callas?
Quién me iba a decir que estos días tendría algo en común con José María Aznar: los dos estamos en Colombia.
Ponga la tele que ponga y a la hora que la ponga, aquí todo el mundo habla del rey y de Chávez. Se analiza la cosa desde todos los ángulos. Por la mañana, un diplomático mexicano que llamaba al rey "su alteza real" ha dicho que "ningún país latinoamericano debe tolerar que se le trate como si aún fuera una colonia de España".
¡Caray!
Es casi tan extraño lo que dice ese señor como que en España nadie haya mencionado que el rey estuvo pelín grosero, y que mandar callar a un presidente de un gobierno de ese modo, aunque sea un presidente deslenguado y paródico, no está bien. Sí, ya sé que Chavez es un ser que desquicia a cualquiera, de sangre real o plebeya, pero el silencio y el turno de réplica habrían sido mucho más elegantes.
No sé... Una Tormenta en un Vaso... ¡Pero el Vaso es monumental, y la tormenta lleva camino de convertirse en un tsunami!
Qué pereza.
Ponga la tele que ponga y a la hora que la ponga, aquí todo el mundo habla del rey y de Chávez. Se analiza la cosa desde todos los ángulos. Por la mañana, un diplomático mexicano que llamaba al rey "su alteza real" ha dicho que "ningún país latinoamericano debe tolerar que se le trate como si aún fuera una colonia de España".
¡Caray!
Es casi tan extraño lo que dice ese señor como que en España nadie haya mencionado que el rey estuvo pelín grosero, y que mandar callar a un presidente de un gobierno de ese modo, aunque sea un presidente deslenguado y paródico, no está bien. Sí, ya sé que Chavez es un ser que desquicia a cualquiera, de sangre real o plebeya, pero el silencio y el turno de réplica habrían sido mucho más elegantes.
No sé... Una Tormenta en un Vaso... ¡Pero el Vaso es monumental, y la tormenta lleva camino de convertirse en un tsunami!
Qué pereza.
13 de noviembre de 2007
Hombre cantando en Medellín
De pronto, en una pared lateral del Museo de Antioquia, en Medellín, después de ver muchos Boteros, cuando ya pensaba que el paseo por el museo era un trámite, me he encontrado con Vincent Desiderio, pintor realista estadounidense nacido en Philadelphia en 1955. El cuadro que se exhibe en la colección permanente del museo se titula "Hombre cantando" y es un juego de luces, sombras y teatralidad con un toque inquietante. No he encontrado ni una imagen disponible de este cuadro, de modo que todos tendremos que conformarnos con estas otras obras del autor: "La mujer con el traje blanco" (arriba) y "Alegoría de la pintura".
Desiderio tiene obras repartidas en varias ciudades del mundo, incluido el Metropolitan de Nueva York. El cuadro que he visto se lo regaló a Fernando Botero, y llegó aquí gracias a la donación de obras de su colección personal que el artista colombiano hizo a la ciudad que le vio nacer.
Es decir: un estadounidense regala a un colombiano en París un cuadro impresionante, el colombiano lo regala a Medellín, donde una española de visita queda profundamente impresionada.
Qué feliz juego de viajeras casualidades.
12 de noviembre de 2007
9 de noviembre de 2007
Así comenzó su autobiografía Evelyn Waught
8 de noviembre de 2007
Elogio de mi hermana, Wislawa Szymborska
Mi hermana no escribe versos
y dudo que empiece de repente a escribir versos.
Lo sacó de mi madre, que no escribía versos,
y de mi padre, que tampoco escribía versos.
Bajo el techo de mi hermana me siento segura;
el marido de mi hermana por nada del mundo
escribiría versos.
Y aunque esto suene ahora de Adam Macedonski
ninguno de mis parientes se dedica a escribir versos.
En los cajones de mi hermana no hay viejo versos,
ni recién escritos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a comer
sé que no es con la intención de leerme sus versos.
Sus sopas son exquisitas sin premeditación
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.
En muchas familias nadie escribe versos.
Pero si lo hacen, es raro que sea sólo una persona.
A veces la poesía fluye en cascadas de generaciones,
lo que crea peligrosos remolinos en sus mutuos sentimientos.
Mi hermana cultiva una buena prosa hablada,
y toda su escritura son postales de sus vacaciones
con texto que prometen lo mismo cada año:
que cuando vuelva
me contará todo,
todo,
todo.
El gran número. Fin y principio y otros poemas. Hiperión, 1997
y dudo que empiece de repente a escribir versos.
Lo sacó de mi madre, que no escribía versos,
y de mi padre, que tampoco escribía versos.
Bajo el techo de mi hermana me siento segura;
el marido de mi hermana por nada del mundo
escribiría versos.
Y aunque esto suene ahora de Adam Macedonski
ninguno de mis parientes se dedica a escribir versos.
En los cajones de mi hermana no hay viejo versos,
ni recién escritos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a comer
sé que no es con la intención de leerme sus versos.
Sus sopas son exquisitas sin premeditación
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.
En muchas familias nadie escribe versos.
Pero si lo hacen, es raro que sea sólo una persona.
A veces la poesía fluye en cascadas de generaciones,
lo que crea peligrosos remolinos en sus mutuos sentimientos.
Mi hermana cultiva una buena prosa hablada,
y toda su escritura son postales de sus vacaciones
con texto que prometen lo mismo cada año:
que cuando vuelva
me contará todo,
todo,
todo.
El gran número. Fin y principio y otros poemas. Hiperión, 1997
7 de noviembre de 2007
6 de noviembre de 2007
Chaplin 71 años después
—Mamá, ¿Charlot es este señor que no habla nunca?
El mismísimo Chaplin se hubiera sentido orgulloso de la pregunta de mi hijo Adrián, de 5 años, mientras veía, por primera vez en su vida, Tiempos modernos, la última película en la que Chaplin explotó el personaje del vagabundo en búsqueda eterna de fortuna. Chaplin se negó, pese a las reticencias de la productora, a que Charlot hablara, y le mantuvo mudo incluso en esta última cinta, rodada en 1936, cuando el cine sonoro ya era una realidad consolidada. De hecho, Tiempos modernos es técnicamente una película sonora, que contiene una verdadera joya chapliniana: casi al final de los 87 minutos de metraje, Chaplin interpreta una canción sin sentido —supuestamente ha perdido la letra, que llevaba escrita en un puño— en el más puro estilo de los artistas de variedades de los años 20 y 30. La canción es de una ingenuidad y una comicidad arrolladoras, la interpretación de Chaplin no puede ser más emocionante —en ese rol de cantante cómico que tenía aprendido desde la cuna— y además, es en su voz que escuchamos todas esas palabras que suenan a inglés, francés o italiano y en realidad no son ninguna de las tres cosas. Lo mejor es que el gag sigue funcionando 71 años después incluso ante espectadores tan críticos como los niños.
Y es qu Charlot y los más pequeños de la casa hacen buenas migas porque hablan el mismo idioma. Sólo un ejemplo: ¿Cómo reacciona un trabajador desesperado de tener que ajustar tornillos diez horas seguidas a toda velocidad en una cadena de montaje? Sufre un ataque de locura y comienza a ajustar narices en lugar de tornillos. Incluida la del jefe de la sección y la del mismísimo director de la fábrica. Mis hijos lo vieron muy lógico. Y se rieron mucho.
El mismísimo Chaplin se hubiera sentido orgulloso de la pregunta de mi hijo Adrián, de 5 años, mientras veía, por primera vez en su vida, Tiempos modernos, la última película en la que Chaplin explotó el personaje del vagabundo en búsqueda eterna de fortuna. Chaplin se negó, pese a las reticencias de la productora, a que Charlot hablara, y le mantuvo mudo incluso en esta última cinta, rodada en 1936, cuando el cine sonoro ya era una realidad consolidada. De hecho, Tiempos modernos es técnicamente una película sonora, que contiene una verdadera joya chapliniana: casi al final de los 87 minutos de metraje, Chaplin interpreta una canción sin sentido —supuestamente ha perdido la letra, que llevaba escrita en un puño— en el más puro estilo de los artistas de variedades de los años 20 y 30. La canción es de una ingenuidad y una comicidad arrolladoras, la interpretación de Chaplin no puede ser más emocionante —en ese rol de cantante cómico que tenía aprendido desde la cuna— y además, es en su voz que escuchamos todas esas palabras que suenan a inglés, francés o italiano y en realidad no son ninguna de las tres cosas. Lo mejor es que el gag sigue funcionando 71 años después incluso ante espectadores tan críticos como los niños.
Y es qu Charlot y los más pequeños de la casa hacen buenas migas porque hablan el mismo idioma. Sólo un ejemplo: ¿Cómo reacciona un trabajador desesperado de tener que ajustar tornillos diez horas seguidas a toda velocidad en una cadena de montaje? Sufre un ataque de locura y comienza a ajustar narices en lugar de tornillos. Incluida la del jefe de la sección y la del mismísimo director de la fábrica. Mis hijos lo vieron muy lógico. Y se rieron mucho.
5 de noviembre de 2007
Fisgoneando en la biblioteca de Azorín
Aquí tenéis primeras ediciones suculentas (como esa de Romance de Lobos, que se muestra), dedicatorias más suculentas todavía (como la de Valle: "A Martínez Ruiz, en testimonio de alta consideración literaria"), la biblioteca que la familia de Azorín adquirió en un convento clausurado y la personal (foto de abajo), que el escritor tenía en Madrid y que fue llevada a su casa-museo después de su muerte.
* Esta visita formaba parte del programa del Taller de Creación Literaria de Elda, en el que participé, invitada por Elia Barceló (a quien podéis ver, con cara de "¡caramba!" en la primera foto) y junto a Alfonso Mateo-Sagasta, el pasado mes de septiembre. Si las imágenes están aquí es gracias a la gentileza de José Payá, el director de la Casa-Museo de Azorín en Monóvar, que obró de Cicerone de la visita, y de Pedro Cibera Coloma, que tomó las fotos y ha tenido la gentileza de enviármelas.
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