http://es.youtube.com/watch?v=SI0Q729TPao
Gracias, Andreu, por enviar el enlace.
28 de diciembre de 2007
27 de diciembre de 2007
De Amor líquido, Zygmunt Bauman
Mientras está vivo, el amor está siempre al borde de la derrota. Disuelve su pasado a medida que avanza, no deja tras de sí trincheras fortificadas a las que podría replegarse para buscar refugio en casos de necesidad. No sabe qué le espera ni qué puede depararle el futuro. Nunca adquiere la confianza suficiente para dispersar las nubes ni apaciguar la ansiedad. El amor es un préstamo hipotecartio a cuenta de un futuro incierto.
Fondo de Cultura Económica, 2005
Fondo de Cultura Económica, 2005
26 de diciembre de 2007
25 de diciembre de 2007
24 de diciembre de 2007
De Poemas de Navidad, de Joseph Brodsky
Las comodidades importan a muchos.
(Lo podemos leer en Hobbes.)
Sentado en la silla cuento hasta cien.
La limpieza es un proceso impuro.
Bailar sobre la tumba no está bien.
Crear la abundancia en el estrecho mundo:
eso es un acto cristiano.
O en eseo consiste la Cultura.
Visor, 2006
(Lo podemos leer en Hobbes.)
Sentado en la silla cuento hasta cien.
La limpieza es un proceso impuro.
Bailar sobre la tumba no está bien.
Crear la abundancia en el estrecho mundo:
eso es un acto cristiano.
O en eseo consiste la Cultura.
Visor, 2006
21 de diciembre de 2007
20 de diciembre de 2007
Philip Pullmann al final de la trilogía «La materia oscura»
He robado ideas de todos los libros que he leído. Mi lema a la hora de documentarme es: Lee como una mariposa y escribe como una abeja.
19 de diciembre de 2007
18 de diciembre de 2007
Quiromasaje
Hoy me han dado un masaje. El segundo en 37 años. Las manos de la profesional recorrían mis músculos contracturados y yo me dejaba conducir suavemente hacia el alivio y el placer. Sonaba una música (hortera pero plácida) y allí dentro había un ambiente tibio y de luces difusas. Todo lo contrario que en la calle, donde la temperatura era polar.
40 minutos más tarde, la quiromasajista me ha dado su veredicto: demasiadas horas sentada. El brazo derecho acusa las muchas veces al día que agarra el ratón. La espalda se resiente. Tengo que erguirme más a menudo. Nadar. No estamos hechos para estar todo el día sentados a una mesa. El cuerpo pasa factura (y lo peor es que tiene razón). Y la rebeldía de los músculos irá a más, como si poco a poco se estuvieran sublevando contra mi tipo de vida.
Es la primera señal.
De momento, nada por lo que preocuparse.
Todo continúa igual. Incluso el placer.
40 minutos más tarde, la quiromasajista me ha dado su veredicto: demasiadas horas sentada. El brazo derecho acusa las muchas veces al día que agarra el ratón. La espalda se resiente. Tengo que erguirme más a menudo. Nadar. No estamos hechos para estar todo el día sentados a una mesa. El cuerpo pasa factura (y lo peor es que tiene razón). Y la rebeldía de los músculos irá a más, como si poco a poco se estuvieran sublevando contra mi tipo de vida.
Es la primera señal.
De momento, nada por lo que preocuparse.
Todo continúa igual. Incluso el placer.
17 de diciembre de 2007
14 de diciembre de 2007
13 de diciembre de 2007
De Los principes valientes, Javier Pérez Andújar
Sólo hay dos tipos de escritores: los de mar y los de río. Entre los primeros los principales son Edgar Allan Poe, Herman Melville, Jack London, Joseph Conrad, Julio Verne y Pío Baroja. Entre los segundos, destacan Mark Twain, Jorge Manrique, Rafael Sánchez Ferlosio y Camilo José Cela. Los escritores de mar son más novelistas que los de río, y los escritores de río son más poetas que los de mar. Así están las cosas, amigo mío, y si algún día te metes escritor tendrás que elegir entre los unos y los otros.
Tusquets, 2007
Tusquets, 2007
12 de diciembre de 2007
Doris Lessing recogiendo el Premio Nobel (el discurso lo leyó su editor)
Supongamos que las aguas anegan nuestras ciudades con la subida del nivel de los mares; el narrador permanecerá. Porque es la fantasía la que nos enriquece, la que nos mantiene, la que nos crea, para bien y para mal.
11 de diciembre de 2007
10 cosas que hay que probar antes de morir
10 de diciembre de 2007
7 de diciembre de 2007
6 de diciembre de 2007
Esther Tusquets hoy en El País
Envejecer es horrible, una verdadera masacre, creo que eso lo decía Thomas Bernhard. Escribiendo te quedas más tranquilo.
5 de diciembre de 2007
Verdi también: un dato
Entre 1844 y 1851, Giuseppe Verdi compuso 17 óperas, incluídas Giovanna d'Arco, Macbeth , Rigoletto o Ernani. A ese período de su vida le llamó «Los años de galeras».
4 de diciembre de 2007
3 de diciembre de 2007
Una vindicación de lo clásico
Quiero que mis hijos conozcan la historia del Arca de Noé, la de Adán y Eva, la del Éxodo a través del desierto del pueblo israelí —tan precursora del realismo mágico, con lluvias de maná, mares que dividen sus aguas para dejar pasar a los buenos y ahogar a los malos, plagas de bichos repugnantes…—. Quiero que mis hijos sepan que quien se vuelve a mirar atrás corre el riesgo de acabar convertido en estatua de sal; que hay hermanos tan vengativos que pueden llegar al asesinato y que el Apocalipsis es zoológico y ardiente. Pero no quiero, todavía, hablarles de la Biblia.
Quiero que sepan quién fue Ulises, cómo Penélope le esperó tejiendo mientras era acosada por los pretendientes. Que conozcan las maldades de Medusa y el talento de Perseo. Que se impresionen con las doce pruebas de Heracles, que se sientan fascinados por la ferocidad del Minotauro, por la osadía de Ícaro; que teman el canto de las sirenas y aprendan la lección: lo que nos atrae a veces lo hace para matarnos. Sin embargo, aún no pienso regalarles un diccionario de mitos clásicos o la obra de García Gual.
También quiero que sepan de Alonso Quijano, de Rodrigo de Vivar, de Sherezade, de Alí Babá, de Simbad, de lámparas maravillosas, de genios escondidos bajo las aguas, de John Silver y tesoros perdidos, de la niña que atravesó el espejo, del hombre que conversó con el fantasma de su padre, de tantos otros más.
Mientras mis hijos alcanzan la edad de llegar a las fuentes por sí mismos, agradezco que exista quien me ayude a mostrarles el camino.
Quiero que sepan quién fue Ulises, cómo Penélope le esperó tejiendo mientras era acosada por los pretendientes. Que conozcan las maldades de Medusa y el talento de Perseo. Que se impresionen con las doce pruebas de Heracles, que se sientan fascinados por la ferocidad del Minotauro, por la osadía de Ícaro; que teman el canto de las sirenas y aprendan la lección: lo que nos atrae a veces lo hace para matarnos. Sin embargo, aún no pienso regalarles un diccionario de mitos clásicos o la obra de García Gual.
También quiero que sepan de Alonso Quijano, de Rodrigo de Vivar, de Sherezade, de Alí Babá, de Simbad, de lámparas maravillosas, de genios escondidos bajo las aguas, de John Silver y tesoros perdidos, de la niña que atravesó el espejo, del hombre que conversó con el fantasma de su padre, de tantos otros más.
Mientras mis hijos alcanzan la edad de llegar a las fuentes por sí mismos, agradezco que exista quien me ayude a mostrarles el camino.
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