19 de diciembre de 2012

I'ts a small world after all (Microcuento del Fin del mundo)


Los niños esperan para entrar. Esta es la única atracción del parque donde la cola avanza deprisa. Una barquita para ocho personas, un recorrido absurdo, muñecas cantarinas vestidas con trajes típicos de todas las regiones del mundo. It's a world of laughter, a world or tears / its a world of hopes, its a world of fear / theres so much that we share... Y lo único que tú tienes ganas de compartir es tu asco. Tu asco hacia todas estas estúpidas personas que, como tú, esperan su turno. Y al cabo, ¿para qué? ¿Para dar vueltas en una barquita viendo unas odiosas muñecas cantarinas?

De pronto, llega Mickey Mouse. El que faltaba, piensas. Los niños  salen de la cola y corren a abrazarle. Quieren que les hagas una foto con Mickey. Mickey Mouse abre la boca. Parece que  también va a cantar la maldita canción. Pero en lugar de decir It's a small world after all dice Diabolus missit me et consumatum est. Entonces saca la metralleta que llevaba escondida en el calzón rojo y comienza a disparar.

No te habías dado cuenta: la canción lleva un rato sin sonar.

2 comentarios:

Rebeka October dijo...

ALUCINANTE...

Menudo final!

No puedo decir nada más. Siempre me dejas...

Neosis dijo...

Hola, Care. ¿Qué tal? :D

Jajaja, debo confesarte que con la imagen de Mickie Mouse que has subido, ya intuía como iba a acabar la historia; pero, me ha encantado.
Por cierto, qué apocalíptica estás últimamente, ¿por qué será? XD

Un saludo mundado.



P.D.: ¿Y qué pasó con las demás personas? Este Mickie tuyo esta fatal...