9 de febrero de 2013

El aire que respiras: faltan 10 días



Hoy el marqués de la Brocca ha querido saber si echo de menos mi ciudad. Bueno, es probable, le he dicho. Aunque mi recuerdo se posa más bien en lo concreto. Echo de menos a mi madre, a mis amigos, el sonido de las campanas de Santa Anna tocando al amanecer, el sol tibio de otoño dorando los árboles mustios de La Rambla, el mar visto desde la Muralla en un día de frío, los vendedores de carquinyolis, los de libros de los Arcos Viejos de los encantes, el bullicio de moda de la plaza del Palacio, las fiestas de Carnaval en la Lonja, el cielo azul de cada verano, los cafés de la plaza del teatro, los dramas exacerbados de Altés, las castañas asadas, las reuniones en casa de Rojo, los campanarios huérfanos de los conventos…
—Hijo —me ha interrumpido el marqués—. Bastaba con un sí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué ganas! :D