—Quisiera conocer su opinión
acerca de esta colección de libros.
Codolosa estudió la nota
entrecerrando los ojos.
—Trece libros. La colección de
un tacaño —susurró, con una sonrisa.
El amigo se inclinó para
curiosear. Comenzó a leer los titulos, al principio con tranquilidad —Postures, Decameron, Thérese philosophe, Erotika Biblion, Mémoires secrets d’una
femme publique—, luego prestó atención a los años de las ediciones — La Pucelle d’Orleans, 1762; Memoires of a Woman of Pleasure, 1749; Arte
de las putas, 1777— para terminar de nuevo en los títulos, que Codolosa
leía en un murmullo:
—Tractatus
amoris, Les Aphrodites, The Whore’s Rhetorik, Parapilla,
Histoire de Dom B… Portier des Chartreux…
Salvá levantó la mirada y
preguntó:
—¿Existe esta colección?
Pérez sonrió.
—Supongamos que sí.
Los dos amigos se dirigieron una
mirada cómplice.
—Quien la reunió no es un tacaño
—dijo Salvá—, sino un sibarita.
Memoirs
os a Woman of Pleasure, más conocido por Memorias de Fanny Hill, de John Cleland, considerado el padre del
erotismo inglés. El autor estudió en Westminster, fue cónsul en Esmirna y
desempeñó un puesto de relevancia en la Compañía de las Indias, con sede en
Bombay. De nuevo en Londres, terminó en la prisión por deudas, y allí comenzó a
escribir esta novela. Basándose en tramas de moda, como la de Manon Lescaut, el libro relata la
historia de Fanny Hill, una adolescente de 15 años educada por la propietaria
de un burdel, que trabaja en los lupanares más desenfrenados de Londres, aunque
termina felizmente casada. El autor se disculpó por haberla escrito, alegando
problemas económicos. Para que no volviera a suceder, el gobierno le concedió
una pensión de 100 libras mensuales, que conservó hasta su muerte, en 1789 a
pesar de que en 1765 incumplió el pacto, publicando otra libro pornográfico. La
primera edición del libro data de 1749. El librero londinense que lo publicó,
Ralph Griffith, compró el manuscrito a su autor por veinte guineas. Con las
sucesivas ediciones del mismo ganó diez mil libras esterlinas.
1 comentario:
Interesante fragmento e interesante lo que nos cuentas de esas memorias. Libro erótico en esa época, seguro que de mejor calidad que muchos de los que hay ahora ;-)
Aire que respiras, que ganitas!! xD
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