—Eres un hada caléndula.»
Hay días, en que yo también me siento un poco hada caléndula.
Hoy, sin ir más lejos, he sido un hada. Un hada —ainch— caléndula perdida.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1aUPSY4l2OM_eH_2OC4V0O2o-ranaFJ2u2Ka7T1NSr27slt9BQR3PYxUm82ruec1Blt9x9_KcsaVff26_VITW3qF-mittrezs41_zxUt2AT0V2vbHbxaYjzfoOfHO_Y6KyAQU/s400/chocolatecolours.jpg)
La imagen de hoy: alimento de hadas caléndulas, del blog Chocolateheaven.
El fragmento es de Caléndula y la Pluma de la Esperanza, de J.H. Sweet, recién publicado por Pirueta.
Y os dejo, que se me dispara el azúcar con tanta calendulez. Mañana vendré bruta y en mi línea, lo prometo.
1 comentario:
Eres mi hada preferida.
Y mi demonia preferida, también.
Publicar un comentario