He hecho muchas cosas en estos días de ausencia. He sido parte del jurado del premio de libros de relatos del Ateneo de Sevilla y he tenido la satisfacción de ver premiado un buen libro (de Lluís Oliván. Se llama Títulos robados), y eso no pasa a menudo. Antes de eso, estuve en Madrid viendo ganar otro premio, el Gran Angular de literatura para jóvenes, a mi admirado Fernando Marías. En la misma fiesta se premió con el Nacional de Ilustración a Tàssies (qué bien), con el Barco de Vapor a Ana Isabel Conejo y Javier Pelegrín, los autores de La llave del tiempo (Anaya) y con el Premio Jordi Sierra i Fabra (para novelas escritas por autores de menos de 18 años) a África Vázquez (que pronunció el discurso más emocionante de la noche). También habló Letizia Ortiz de ser mamá y leer libros, en un discurso emocionante y sincero. Lo hace tan bien, que me estoy planteando comenzar a pedir firmas para que los Borbones dejen de hablar en público y en representación lo haga siempre Doña Letizia. Habla mejor que todos ellos juntos, ya tocaba alguien de la casa real a quien se le entendiera bien. La nota infantil la pusieron sendas fuentes de chocolate, como colofón del cocktail, en las que se podía una casi bañar o, en su defecto, remojar pedacitos de fruta, ¡o gominolas! He aquí la razón por la que me sigue gustando SM, a pesar de que la entrega del premio parecía un vistazo a la España cañí: el clero, la monarquía, los guardia civiles de la entrada y Esperanza Aguirre de anfitriona, ejem. Su poder de convocatoria con respecto a los autores de la casa sigu siendo la mejor, eso sí. Da gusto ir a los premios de SM para ver amigos.
Pero lo mejor fue ver a Ana Prieto (jefa de comunicación de SM) a punto de comenzar su baja por maternidad. Y hablando de mamás: Eugenia Rico, con quien coincidí en el jurado del Ateneo, me eneñó la foto de su hija antes de comenzar eso que llaman "las deliberaciones". Cuando llegó el presidente del jurado -y a la sazón de la santa casa que nos acogía- dijo: "¿Ya estáis hablando de niños?". Pues claro, ¿acaso hay algo mejor de lo que hablar?
Todavía en Madrid, estuve en un par de colegios madrileños y acompañé a dos amigos a comprar una lavadora, en calidad de entendida, pero eso lo dejo para otro día para no aburriros con más cosas.
A la vuelta, me encuentro con que Javier Alas ha dado a este blog mío un premio desde el suyo, Exquisiteces del ocio: el Premio Arte y Pico.
Para corresponder, debo hacer lo mismo: premiar a 5 blogs que me gusten, "razonando mi respuesta". Bien. Como se acerca mi cumpleaños, mi entrega de premios coincidirá con ese día: 8 de abril.
Se admiten candidaturas, pequeños detalles y grandes sobornos en el Apartado de correos 181 de Mataró (Barcelona, España) 08302.
La imagen de hoy: Doña Letizia discurseando.
2 comentarios:
Al final no pudo ser (lo digo porque yo había presentado una novela al Barco de Vapor), pero bueno, seguiremos intentándolo.
Y sobre el soborno... con lo que me gusta a mí hacer regalos!
¡Cómo me alegro de no haberme presentado este año al SM! La competencia me abruma...
Fernando Marías no ha escrito mucho de juvenil, pero cuando lo ha hecho ¡¡da en el blanco!! Ops.
Lo de las gominolas y las fondues de chocolate es un punto interesante para tener en cuenta de cara al futuro. Si algún día asisto a un acontecimeinto de SM, me llevaré una bolsita... ;)
Publicar un comentario