28 de enero de 2013

El aire que respiras: faltan 22 días


...una tormenta me retrasó al caer la tarde y llegué pasadas las nueve y media, cuando no quedaba un solo paso franco en toda la muralla. De modo que tuve que pernoctar en una de esas fondas que socorren a los viajeros rezagados a las puertas de la ciudad.
No quise cenar. Dormí, pero con un sueño inquieto. Muchas veces me asomé a la ventana para contemplar a los centinelas en su guardia nocturna. Muchas veces recordé las palabras de Robles, deseé volver sobre mis pasos, me arrepentí de estar allí. Me pregunté sin descanso si habría algún hueco para mí en aquella ciudad que ya no conocía. Al amanecer, lúcido de pronto y más cansado que nunca, decidí que sólo había un modo de comprobarlo.




4 comentarios:

Cristina dijo...

Me gusta ese adelanto :).

Mahoney Culkin dijo...

Care, llegamos a... ¡los 2 patitos!

A mí también me gusta el adelanto :D



Un saludo biblófilo.


P.D.: ¡Ya queda menos! "¡Yeah!"

Rebeka October dijo...

Me ha gustado mucho esta primicia Care. deseando que llegue la fecha de publicación!!

Un abrazo!

Carlota Jiménez dijo...

¡Estoy nimpaciente por empezar a leerla!
Saludos cartageneros ;)