-Pongamos que fuese yo tal heredero, ¿qué me podría deparar la trastienda de una librería, como a la protagonista, para poner en marcha el mecanismo de una novela?
-En las trastiendas de las librerías hay oro. Desde aquello que los libreros no quieren vender hasta estupendos espacios de tertulia. Y también papeles hallados en los libros, o entre los volúmenes de alguna biblioteca recién comprada. Este tipo de historias son el día a día de los libreros de viejo, y es estupendo tener la oportunidad de asomarse a ellas.
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