12 de marzo de 2008

Autoficción en seis palabras

La revista Smith ha puesto en marcha un curioso divertimento en su página: anima a los lectores a practicar el relato autobiográfico de, como máximo, seis palabras.

He aquí algunos de los textos que han aportado los lectores. Añado el mío a la lista y os animo a aportar vuestra atobiografía en seis escuetas palabritas, navegantes. Todo un ejercicio de síntesis.
¿Hace?

Felizmente casados, a pesar del test de paternidad.

Mamá no me amamantó; aún la quiero.

La ley de la jungla nos marcó para siempre.

Desnudo es lo más frío que puedo recordar.

Vivir sin convicción es morir sin palabras.

Yo sigo haciendo café para dos.

Cincuenta años, existencia de Dios improbable.

Nacido en California, después nada pasó.

Reparo retretes, me pagan una mierda.

Nacimiento, infancia, adolescencia, adolescencia, adolescencia, adolescencia.

No importa, fui feliz, mañana lloverá.



La imagen: personaje de mi autoficción particular (salido de las manos de Adrián), acompañado de más de seis palabras (de un viejo cuaderno de notas para una novela).

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora que estaba aprendiendo, se acaba

Anónimo dijo...

Cuántos libros quedan por leer, mecachis

Anónimo dijo...

Sal y azúcar a partes iguales

Emilio dijo...

Amanece, sigo escribiendo. Anochece, bajo la basura.

Fernando Alcalá dijo...

ya lo he visto en un par de blogs, y mi aportación es siempre la misma. Hay que asegurar la especie.

¿Te apetece tener buen sexo conmigo?

Emilio dijo...

Yo descubrí el inventito de marras en el artículo de El País y desde entonces que no puedo parar de escribir nanomierdas de estas. Son más adictivas que los haiku. Aquí las que he parido hace media hora:


Nací en bolas, moriré arrastrando las maletas.

Formo ingenieros. A cambio, me odian.

Doy muchas fiestas, sólo vienen extraños.

No planto árboles, no tengo hijos.

Soy un incomprendido, y hoy ceno macarrones.

Hice de cada frase un epitafio.

Anónimo dijo...

Ni arbol ni hijo. Sólo libros.

Anónimo dijo...

Ten a mano el número de emergencias

Anónimo dijo...

Los que van y los que vienen. Yo no avanzo.

Anónimo dijo...

Siempre he odiado deshacer las maletas

Anónimo dijo...

No me fui porque odio regresar

Anónimo dijo...

Soy un plagio liberándose de Anarosa

Anónimo dijo...

No matéis a Rodolfo Chikilikuatre !


[¿los signos cuentan? No me lo maten. Es tremendo. Habéis escuchado]

Anónimo dijo...

Han matado a Chikilikuatre hijos de

Anónimo dijo...

Llegué, miré y salí corriendo.