7 de julio de 2008
Breve crónica de algunos días de vida
Navegantes, héme. Lo prometido, es esto.
Tengo una novela más en mi haber y un verano por delante más o menos decente (sólo más o menos, porque hay una traducción por ahí que espera ser terminada, algunos encargos breves pero existentes y una novela de terror para adolescentes que tengo que rematar) pero puede decirse que estoy moderadamente satisfecha por cómo ha ido todo. Muy pronto comenzaré a hablar en futuro -porque mi otoño viene cargadito de compromisos- pero de momento, me refugio en el pasado para contaros algunas de las cosas que he hecho en todos estos días de ausencia bloggera.
1) Viajé a Nueva York con excusa mirallesca (me explico: mi amigo Francesc Miralles se fue a vivir un mes a la ciudad de los rascacielos, y yo me escapé sólo por el gusto de verle con aquel decorado de fondo). Cenamos en un restaurante giratorio con varios amigos, escuchamos cantantes de jazz amateurs en un bar de la tercera avenida llamado "La aguja de Cleopatra" y el resto lo dediqué a escribir y documentarme para escribir. Eso sí: como mi apartamento estaba justo al lado de Times Square, me escapé al teatro (no sería yo, si no) y vi una de las versiones más sorprendentes que creo que se hayan representado jamás de El despertar de la primavera de Franz Wedekind. Una obra por la que siento mucho cariño. A ver si un día os cuento por qué.
2) He escrito muchiííííííísimo. Tenía compromisos pendientes. Un cuento, precisamente sobre Nueva York, para la revista EÑE. Otro sobre deportes para el diario Público (¿deportes?, pregunté. Sí, pedimos a los autores cosas que no les van nada para que el resultado sea más sorprenente. Ah, lo será, desde luego, por lo menos en mi caso). Uno sobre bulling para una antología que prepara Fernando Marías para SM. Uno sobre el hombre invisible para una antología que prepara Fernando Marías para 451 (cómo trabaja Fernando Marías!), uno sobre lo-que-me-diera-la-gana para un libro en beneficio de la Fundación Sierra i Fabra de Medellín. Otro sobre lo mismo que prepara Sierra i Fabra y su Fundación para Editorial Norma (cómo trabaja Sierra i Fabra). Y mil menudencias con las que no os quiero aburrir.
3) Leí muchos libros raros en pos de la documentación. What Hapen When We Die (Que pasa cuando morimos). Heaven's Call (La llamada del cielo). The Big Book Of The Near-Dead-Experiences (El gran libro de las experiencias cercanas a la muerte). Todo comprado en Amazon. También otras cosas más al alcance: Elisabeth Kübler-Ross, Jung, Moody, di Nola... He entrevistado a gente que trabaja con moribundos, que ayuda a morir a enfermos terminales o que ha estado muerta y ha vuelto a vivir... Y todo para escribir la novela que me tenía abducida, HACIA LA LUZ, y que merecerá una entrada aparte un día de estos, cuando me vea con fuerzas. De momento estoy en la fase: trato-de-olvidar-lo-que-he-escrito. Para mí, es necesaria. Y con esta novela, que me tuvo 20 días sin dormir ni una noche (lo prometo, ni que fuera un amante espectacular), más aún.
4) Asistí al debut en un teatro grande de la bailarina -de 5 años- Elia Olmedo, no por casualidad mi hija. Fue un exitazo. Es la bailarina más feliz del mundo mundial, eso desde luego. Y su hermano Adrián, un espectador agradecido (¡que aguantó tres horas de actuación como un hombre!). También llegué tarde (por culpa ajena) a su primer actuación musical. Pero vi una exposición en la que Adrián emuló a Miró. Por cierto, Adrián dice que de mayor quiere ser policía, pescador y escritor (todo a la vez).
5) Pasé fugazmente por la Feria del Libro de Madrid (qué frío hacía), pero con tranquilidad. Participé en una mesa redonda con Julián Rodríguez, Doménico Chiappe y Félix Romeo, quien al terminar, mientras tomábamos patatitas en el chiringuito de la misma Feria dijo una frase que luego he pensado mucho: «Es triste que el único nacionalismo que existe en España sea el del fútbol».
6) Vi diluviar en (por este oden): León, Bilbao, Gijón, Madrid, Nueva York, Mérida, toda la provincia de Badajoz (o casi) y, por supuesto, Barcelona. ¡Menuda primavera lluviosa para no parar de viajar!
7) Conduje un taller literario en Badajoz donde lo pasamos muy bin (por lo menos yo) y donde tuve ocasión de disfrutar cara a cara de algún que otro visitante de este blog (un abrazo, Fernando, y gracias por tu entrada).
7) por último: os eché mucho, muchísimo de menos. Vamos a intentar reparar las ausencias, que yo soy de las que piensan que los cariños hay que alimentarlos. Así que, dejaros alimentar, navegantes, que la Santos ha vuelto.
La imagen de hoy: un muy sonriente "m & m" publicitario en la noche de Times Square.
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3 comentarios:
Bienvenida. Y a disfrutar de ese bagaje, que no es poco.
Un saludo.
Bienvuelta :-)
Me alegro mucho de que estés de vuelta...y tengo muchas ganas de leer ese nuevo libro tuyo...
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