Llegó con un aliento muy oscuro
en ayunas
con apetito seco,
muy seguro y muy libre, sin fatiga,
ya viejo, con arrugas
luminosas
con su respiración tan inocente
con su mirada audaz y recogida.
(...)
Sopló sobre el dibujo
y no hubo nada. «Adiós.
Yo soy el Rey del Humo».
De
El vuelo de la celebración
La imagen de hoy, otra vez de Spalenka
No hay comentarios:
Publicar un comentario