10 de enero de 2006

¿Infierno o Paraíso?


De una entrada de Mazarbul, visitante regular de este blog, recojo esta interesante propuesta, que os transmito:
Hay dos tipos de escritores: los que sufren escribiendo y los que no. Hay quienes obtienen un placer inmenso en el acto de escribir. Que lo disfrutan plenamente, en todas sus fases, aunque unas más que otras. Los otros son los que se tienen que enfrentar a la pagina en blanco, los que sufren por cada detalle, grande o pequeño. Es una condena, porque cuando terminen, aunque llenos, vuelven a sentirse vacios, y es otra vez empezar. El suplicio de Tántalo, vamos. No se si habéis leido las cartas de Flaubert a una amiga mientras escribia Madame Bovary. La verdad, que mal lo pasaba. Y vosotros, ¿en que lado de la raya os situáis? ¿Paraíso o infierno?
Personalmente, la fase que más disfruto es la de construcción de la historia. Me fascina inventar situaciones, personajes, complicar las cosas (o no). Una vez me siento a escribir, alterno fases de enorme placer (cuando las cosas salen) con grandes sufrimientos (cuando no). Pero aún y así, prefiero eso a la vida sin escritura.

3 comentarios:

César dijo...

Totalmente de acuerdo, con Mazarbul y contigo, Care. Para mí, la fase previa a la escritura es un auténtico placer. No me refiero tanto a inventar el argumento como a desarrollarlo; diseñar la estrategia narrativa, dar forma a los personajes, planificar el ritmo y el tono del relato, eso es pura diversión. Pero sentarte delante del ordenador y comenzar a aporrear el teclado... eso es un puto trabajo de lo cojones que me hace sufrir mil veces más que disfrutar. Repito una vez más la frase de Brown: "Odio escribir, pero adoro haber escrito".

B. Llamero dijo...

Yo me apunto a la frase de Brown, que tanto le gusta a César, pero aplicada al instante mismo en que escribo. Cada palabra feliz, frase redonda, folio "potable" que va surgiendo es un gozo. Pero es una leche a veces el instante mismo en que no sabes si está saliendo algo o una patata impresentable. No sé, creo que hay un poco de las cosas cosas, trabajo y placer, muy mezcladas. ¿Seremos masoquistas?

B. Llamero dijo...

FE DE ERRATAS:... hay un poco de las dos cosas... (en vez de "las cosas cosas").